Lady Gaga ha vuelto a demostrar por qué es un ícono indiscutible de la música y la cultura pop.
En una de las noches más esperadas del año, la estrella sorprendió al público con una actuación inesperada y profundamente emotiva durante el intermedio de la Super Bowl.
Su interpretación de Hold My Hand, grabada previamente en Bourbon Street, Nueva Orleans, no solo logró cautivar y conmover a millones de espectadores, sino que también sirvió como un sentido homenaje a las víctimas del ataque terrorista ocurrido en la ciudad en la víspera de Año Nuevo La actuación de Gaga no fue anunciada previamente, lo que la hizo aún más impactante para los espectadores.
Vestida completamente de blanco y con un elegante sombrero de ala ancha, la artista ofreció una interpretación íntima, acompañada por una banda y un coro.
La canción, originalmente compuesta para la película Top Gun: Maverick y nominada al Oscar, se ha convertido desde entonces en un himno de esperanza y resiliencia en medio del dolor.
Entre el público se encontraban socorristas, policías y oficiales de Nueva Orleans, así como personal de emergencias que presenció el trágico suceso.