Un niño en edad escolar, de quien no se conocen mayores detalles, fue el primer fallecido en Estados Unidos en la última década, a causa del sarampión. En 2015, se reportó el fallecimiento de una mujer en Washington, a causa del virus.
El brote de sarampión en el oeste de Texas ya deja al menos 124 contagiados, según informó el Departamento de Servicios de Salud del estado. Se trata de un aumento de 34 desde finales de la semana pasada, donde la mayoría de los contagiados son niños entre 5 y 17 años.
Robert F. Kennedy Jr, secretario del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, dijo que las autoridades están siguiendo la epidemia de sarampión todos los días, y aunque durante la reunión del gabinete el pasado miércoles, dijo que se habían producido dos muertes por sarampión, las autoridades de Texas confirmaron por la tarde que solo ha habido un reporte de fallecimiento.
Según los expertos, el brote responde a la falta de vacunación, lo que ha derivado en que los pacientes requieran de oxígeno suplementario y asistencia respiratoria para ayudarles a superar la neumonía vírica relacionada con el sarampión.
Esta es una enfermedad de transmisión aérea que puede causar erupciones, fiebre, ojos rojos y tos. Los casos graves pueden provocar ceguera, neumonía o encefalitis, que es una inflamación del cerebro. En algunos casos, la enfermedad puede ser mortal.