En una entrevista para Esquire, Joaquín Sabina aseguró: “Cantar en Nueva York no es una victoria mía, es una victoria de mi idioma”, esto respecto a lo que representó subirse por última vez al escenario del mítico estadio Madison Square Garden, a sus 76 años y con medio siglo de escenarios en sus espaldas.
Frente al final del camino artístico, Sabina se despide con su característico estilo, y con la convicción de quien no se debe nada a sí mismo.
“No tengo esa cosa terrible de tener que cantar todos los días: cuando no canto estoy bien”, destacó el cantautor español.
Para Sabina, “Hola y adiós” es su última gira internacional de presentaciones en vivo, pero no la última canción.
“Estoy escribiendo otros cien sonetos. Llevo sesenta, y además tengo cinco o seis canciones nuevas para un disco”, agregó el cantante.
Desde el escenario de uno de los recintos más emblemáticos del mundo, Sabina volvió a insistir en lo que más le conmueve de cantar fuera de casa: el poder de su idioma.
Además, dijo: “Me pareció un milagro el modo en el que las canciones viajan y se meten en la memoria emocional”.