Román escribió una carta al presidente de la Cámara de Representantes de EE.UU., el republicano Paul Ryan, difundida hoy, en la que le pide que tome medidas para que se favorezca una solución para el pago de la asfixiante deuda de 72.000 millones de dólares de Puerto Rico, que ha favorecido una «crisis humanitaria» entre la niñez de la isla.
El funcionario señala en la misiva que el Gobierno puertorriqueño tiene que destinar los pocos fondos disponibles al pago de la deuda, lo que deja desatendidas partidas fundamentales como las destinadas al Departamento de Educación.
«Simplemente no hay suficiente dinero para cumplir con las necesidades de los 379.000 niños de la escuelas públicas de Puerto Rico. Washington tiene que actuar pronto para evitar un previsible e irreparable daño», subraya Román en la carta.
El funcionario indica que los padres de los niños puertorriqueños esperan que sus hijos encuentren en las aulas unas condiciones óptimas para su educación, pero que debido a la falta de liquidez de su departamento los menores «están pagando las consecuencias de la inacción del Congreso».
Román insistió en que debido a la crisis fiscal y de liquidez los pagos a los profesores y de servicios básicos para los alumnos están en peligro, lo que incluye apartados como transporte, limpieza o alimentación.
Recordó que el 58 % de los niños puertorriqueños viven bajo el nivel de pobreza y que las comidas que se sirven en las escuelas públicas en muchas ocasiones son las únicas que reciben durante todo el día muchos estudiantes.
«Es algo que yo como secretario de Educación y como ciudadanos estadounidenses no podemos permitirnos», advirtió el funcionario.
Román subrayó que el Departamento de Educación no dispone de los medios para garantizar la protección de los estudiantes durante las horas lectivas, en referencia a la falta de medios para evitar la rápida propagación en la isla del virus del Zika y la gripe.
Dijo que gran parte de las escuelas de Puerto Rico no tienen aire acondicionado, que sirve para alejar a los mosquitos, lo que pone en riesgo a las maestras embarazadas del sistema público de enseñanza.
El secretario de Educación señaló que no hay dinero tampoco para pagar a las compañías encargadas de la seguridad de las escuelas, por lo que se ha recibido la amenaza de los proveedores de interrumpir el servicio.
El funcionario concluye la carta al señalar que el Departamento de Educación ha cumplido con su parte en la reducción de escuelas a un total de 138, pero que, simplemente, no hay fondos para pagar los 200 millones de dólares que deben a distintos proveedores.