«Lamentablemente el caminar es ahora fatigoso y por eso utiliza un andador. En abril cumple 89 años. Es como una vela que, lenta y serenamente, se apaga, como nos sucede a muchos», señala el arzobispo alemán en una entrevista publicada por la revista «Benessere».
En cuanto a sus condiciones, dijo que «está sereno, en paz con Dios, con él mismo y con el mundo».
«Se interesa por todo y conserva su humor fino y sutil. Mantiene una correspondencia bastante amplia pero ya no escribe libros. Se limita a dictar cartas a su secretaria», explicó.
Benedicto XVI, según Ganswein, lleva «voluntariamente una vida de monje», pero «no está aislado: reza, lee, escucha música, recibe visitas, toca el piano».
«Ha conservado una gran pasión por los felinos. En nuestros jardines viven Contessa y Zorro, dos gatos que a menudo vienen a saludar al papa emérito», indica Gaeswein, actual prefecto de la Casa Pontificia.
Joseph Ratzinger (Marktl Am Inn, Baviera 1927) reside en el monasterio vaticano Mater Ecclesiae después de que se hiciera efectiva su renuncia al papado, el 28 de febrero de 2013, y tras permanecer en el palacio de Castelgandolfo hasta el 2 de mayo de ese año.
Tras anunciar su decisión inesperada, Ratzinger aseguró que no interferiría en la vida de la Iglesia sino que se dedicaría a rezar y al estudio.
Por eso sus apariciones públicas durante el papado de su sucesor, Francisco, están siendo muy limitadas, la última durante la apertura de la Puerta Santa de la basílica de San Pedro del Vaticano, el pasado 8 de noviembre, con lo que se inauguró el Jubileo.