El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, aseguró hoy que restituir las tierras que perdieron las víctimas del conflicto armado es un primer paso hacia la reconciliación y el perdón pero no significa entregarle territorio a las FARC.

«La restitución de tierras es un tema de justicia elemental y no debe usarse para dividir al país ni sembrar miedo», dijo el mandatario en el municipio de Chaparral, departamento del Tolima (centro), durante la celebración del Día Nacional de la Memoria y la Solidaridad con las Víctimas del Conflicto.

Más de 15.000 personas se reunieron este sábado en 17 eventos simultáneos que se llevaron a cabo en 14 departamentos colombianos para la celebración.

Según el Gobierno colombiano, la justicia ha restituido cerca de 200.000 hectáreas de tierra a más de 20.000 colombianos de los cerca de siete millones de víctimas que se considera ha dejado medio siglo de conflicto armado interno.

Además, se han asignado cerca de 43.000 millones de pesos (unos 13,8 millones de dólares) para garantizarle a quienes debieron abandonar sus territorios como consecuencia de la violencia un retorno sostenible y con fuentes de empleo.

La restitución, aclaró el jefe de Estado, «no se negocia en La Habana (sede de los diálogos de paz con las FARC) ni en Ralito (en donde se negoció la desmovilización de paramilitares en 2006), se hace con las víctimas».

Al mismo tiempo, Santos explicó que la ley de Reparación de Víctimas y Restitución de Tierras «no es contra nadie», sino a favor de quienes perdieron sus propiedades, y denunció «una ola de amenazas con el fin de generar miedo, de generar odio, de crear un caos».

Por lo anterior, el presidente manifestó que ya las autoridades realizan investigaciones para establecer quiénes son los responsables de las amenazas a los reclamantes de tierra denunciadas últimamente.

«No podemos permitir que se señale a las víctimas como guerrilleros. Tampoco es cierto que la Ley de Víctimas es la primera cuota para que las FARC se apropien del país», aclaró.

En Chaparral, Santos entregó al campesino Cristóbal Sabogal la sentencia mediante la cual se restituyen 500 hectáreas a 48 familias del Tolima, uno de los más afectados por la violencia y en donde en 1964 nacieron las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

«El odio no me dejaba avanzar. Por eso decidí perdonar a quienes me desplazaron y ahora entiendo que no debemos temerle a las zonas de concentración de la guerrilla pero, lo que sí quiero pedir es que el Gobierno tenga mano fuerte con la inversión social», manifestó Sabogal.

Los afectados de esta región recibirán además 1.500 millones de pesos (unos 484.762 dólares) para implementar proyectos productivos.

A su turno, el gobernador del Tolima, Óscar Barreto, enfatizó que la tarea ahora «es pensar cuál es la mejor manera de implementar los acuerdos de paz de La Habana, y una de esas tareas es que el Gobierno tanto nacional como regional llegue a las zonas más afectadas, a aquellas en donde de verdad se vivió el horror de la guerra».

En ese sentido Barreto aseveró que «es urgente la asignación de recursos para que las víctimas dejen de serlo, no solo porque se firme la paz sino porque su vida va a cambiar mediante nuevas oportunidades económicas y sociales».

Por su parte, el director de la Unidad de Restitución de Tierras, Ricardo Sabogal, aseveró que «hay que mirar el presente y las posibilidades que se abren para un futuro en paz».

«Miles como nosotros, que estamos cerca de las víctimas y entendemos este proceso como nadie, vemos el futuro con la esperanza de una Colombia distinta y transformada desde el campo, como debe ser», añadió.