Según informó su titular, Galo Chiriboga, el primer protocolo se utiliza para aquellos cadáveres que son identificados por sus familiares. «Cuando las personas son identificadas se toma el nombre de quién lo identifica, su cédula de identidad, el nombre del fallecido, qué parentesco tiene la persona que identifica, algún dato extra como tatuaje, lunares y otros y lo firma un policía o un fiscal o un médico, no tienen que ser las tres personas», agregó.
El funcionario señaló que el otro protocolo, que es internacional, es para cadáveres que no puedan ser identificados. En el sitio web www.fiscalia.gob.ec se explica que en el formulario de restos humanos no identificados se debe incluir datos como descripción física, efectos personales recogidos, huellas tomadas, documentos de identidad, pertenencia, entre otros. «Con este protocolo se procederá a enterrar esos cadáveres en un campo santo que las autoridades de la función ejecutiva van a definir», sostuvo. Un total de 46 fiscales, 25 secretarios y 17 médicos legistas de las provincias de Azuay, Pichincha, Guayas, El Oro, Los Ríos, Esmeraldas y Santo Domingo de los Tsáchilas, se han destinado a Pedernales, y a otras zonas para apoyar las tareas de levantamiento, reconocimiento y evacuación de los cadáveres.
Para que esos procedimientos tengan un sustento legal, dijo el Fiscal, se ha dictado la resolución 024-2016. «Evita un protocolo de autopsia (…) en climas tan calientes como la Costa Ecuatoriana, sobre todo en época de invierno, el calor podría deteriorar rápidamente esos cuerpos y generar problemas sanitarios adicionales», expresó Chiriboga.