Aunque el epicentro estuvo concentrado en Manabí, el Mandatario dio lectura a un texto de un empresario manabita por qué esta sería la mejor forma de demostrar solidaridad en la provincia. “Para los amigos que vienen hacer donaciones, la mejor forma de continuar ayudando es dinamizar la economía local.
A tu regreso compra unos dulces en Rocafuerte, protégete del sol con un fino sombrero de Montecristi, saborea el delicioso queso de Chone, aliméntate con un rico encebollado en Manta o Portoviejo, decora tu hogar con un jarrón de barro de La Pila.
Por ahí la deliciosa miel de Quimís, unas tortillas de maíz en Sancán, o comer el delicioso bollo de chancho en Jijpijapa, un choclo amarillo en Paján, merendar un seco de gallina criolla y como postre torta de plátano en Cascol, duerme descansando con una almohada de ceibo que comprarás en La Cadena, deléitate con la deliciosa tonga en Santa Ana, brinda por la vida con el currincho de Junín, saborea las delicias del mar en Jaramijó, los guariches de Tosagua, los majares de Calceta, las morcillas en Calderón.
Ayudemos todos a devolver la esperanza, que trabajando se puede comenzar de nuevo. Empezar a buscar un pan diario, su estabilidad su progreso, su felicidad”.