Así lo demostró en un nuevo reto al que se sometió en un canal de televisión japonés y ratificó por qué ha sido elegido 5 veces como el mejor jugador del mundo.
Enfrentado a un arquero gigante en movimiento que tapaba casi todo el arco, el argentino hizo un lanzamiento desde media distancia y con una increíble precisión logró poner el balón al fondo de la malla a través de un espacio reducido.
En distintas oportunidades el argentino anotó tiros de alto grado de dificultad y dando muestras de su enorme talento logró ganarle la batalla al muñeco inflable gigante.