La vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, argumentó que estas seis personas están «sumamente afectadas» por la «persecución política» que sufren en su país y que la decisión de concederles la nacionalidad les permite afrontar esa situación «con mayores garantías democráticas».
La concesión de la nacionalidad la aprobó hoy el Consejo de Ministros, tras el cual Sáenz de Santamaría afirmó que responde a «un ejercicio de responsabilidad».
El Gobierno manifiesta así su «solidaridad a quienes sufren la persecución política», dijo la vicepresidenta, al recordar que ya se concedió la nacionalidad española a los padres de Leopoldo López el pasado año.
La vicepresidenta explicó que, tanto Cristina López como su marido, Hermán José Sifontes Tovar, se encuentran en una «dramática» situación debido al «acoso político que injustamente sufren su hermano, su padre y, en general, toda la familia».
Por el mismo motivo, argumentó, se le ha concedido la nacionalidad al presidente del diario El Nacional, Luis Carlos Serra Carmona, su mujer y sus dos hijos.
Precisó que los padres del empresario son españoles y que «sus informaciones periodísticas relacionadas con el régimen bolivariano le han convertido en uno de los 22 ciudadanos demandados ante la justicia».
El Gobierno concedió en diciembre del año pasado la nacionalidad española a los padres de Leopoldo López -condenado a casi de 14 años de cárcel- para «reforzar sus garantías democráticas ante la persecución política y judicial» que sufren en Venezuela.
La decisión de hoy coincide con la visita del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero al país caribeño y su entrevista con el presidente Nicolás Maduro.
También con el regreso a Caracas esta semana del embajador español Antonio Pérez Hernández, a quien se le ordenó retirarse el pasado mes tras los «insultos» de Maduro al presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy.
Además, el presidente del partido liberal Ciudadanos, Albert Rivera, tiene previsto viajar el lunes a Venezuela para intervenir al día siguiente ante el Parlamento, ahora dominado por la oposición.