La mexicana Coca-Cola FEMSA (KOF) advirtió hoy que sus plantas en Venezuela podrían interrumpir su producción del portafolio de bebidas con azúcar debido a la paralización de las operaciones de centrales azucareros nacionales que proveen azúcar refinado y que carecen, a su vez, de materia prima.

Mediante un comunicado, la compañía indicó que sus cuatro plantas embotelladoras continuarán produciendo «hasta que se agote el inventario de azúcar refinado industrial en existencia».

«De no reponerse este inventario a la brevedad, se generarán interrupciones temporales en la producción del portafolio de bebidas con azúcar», precisó.

Pese a que un 90 por ciento de los productos de Coca-Cola FEMSA requieren de azúcar, la empresa, que emplea a más de 7.000 trabajadores en Venezuela, no prevé el cierre en el país.

«No nos vamos del país», subrayaron al tiempo que señalaron que «estamos adelantando acciones específicas que nos permitan afrontar esta coyuntura coordinadamente con proveedores, autoridades competentes y nuestros trabajadores».

La empresa mexicana está presente en nueve países, ocho de ellos latinoamericanos (Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Guatemala, México, Panamá y Venezuela), una región en la que sigue creciendo, y en 2013 llegó a Filipinas buscando expandirse en el mercado asiático.

En Venezuela opera desde hace más de una década luego de que en 2003 Coca Cola Femsa, su unidad de bebidas, comprara Panamco (Panamerican Beverages, Inc.), una transacción considerada entre las mayores hechas por una empresa mexicana en los mercados internacionales, según sus registros históricos.

Venezuela viene afrontando desde hace años una grave escasez de alimentos y medicinas que los empresarios han atribuido a la falta de materia prima que, en ocasiones, debe ser importada tras complicados trámites para solicitar divisas al Estado que, desde 2003, maneja el monopolio cambiario.