«Respecto a una información de un medio nacional, que me involucra, que aparece mi nombre, desmiento tajantemente toda esa información», dijo en tono molesto Bachelet la noche de este jueves al abordar un avión que la llevó a la austral región de Aysén para una visita de trabajo.
«Es una canallada, una infamia. No descarto un montaje, por tanto estoy estudiando las acciones legales que podemos tomar, porque basta ya de mentiras», añadió.
La revista «Qué pasa» publicó la noche del jueves en su página web la transcripción de una conversación de Juan Díaz, uno de los implicados en el caso «Caval», que involucra a los familiares de Bachelet, con un interlocutor desconocido, en el que menciona a la mandataria.
«Les dije, mira este es un tema de pago. Yo no me voy a calentar la cabeza, porque si yo hablo la viejita (Bachelet) tiene que renunciar de inmediato, les dije yo (…)», dice Díaz en la grabación.
Natalia Compagnon y Sebastián Dávalos son investigados por presunto tráfico de influencias y uso de información privilegiada en relación con un millonario negocio inmobiliario de Caval, una empresa de la que la nuera de Bachelet es socia, en la región de O’Higgins, vecina a Santiago, en 2013.
La firma compró unos terrenos que poco después vendió con una utilidad de unos cuatro millones de dólares, operación que financió con un crédito que personalmente les otorgó Andrónico Luksic, uno de los dueños del Banco de Chile.
Desde que se destapó el caso, la oposición política ha tratado de involucrar a Bachelet en el mismo, pese a que, salvo Compagnon y Dávalos, todos los demás implicados están vinculados a la opositora Unión Demócrata Independiente (UDI) y el propio Díaz, que en el pasado ha sido vinculado a casos de violaciones a los derechos humanos, es descrito como un «operador político» de la UDI.
Díaz en la grabación también habló del «caso Spiniak», un escándalo de abusos sexuales en el que hace varios años fueron involucrados algunos personajes de la UDI, señalando que en ese entonces un alto dirigente del partido le había ordenado secuestrar a una joven que aparecía como pieza clave del caso.
La revista Qué Pasa, en cuya edición de papel aparece hoy un resumen de las afirmaciones de Díaz, advirtió en su página web que los contenidos de la grabación «no han sido verificados ni tasados por el Ministerio Público».
Más tarde, parte de los textos fueron borrados del sitio web y el director de la revista, Juan Pablo Larraín, se excusó en una declaración por haber publicado los textos.
«Aunque desde un principio se explicitó que esta es solo la transcripción de las conversaciones telefónicas de un imputado en el caso Caval, registro que está en manos del fiscal de la causa, y que su veracidad no estaba en ningún caso acreditada, la dirección de esta revista ha determinado que la publicación de acusaciones tan graves no cumple con los estándares de este medio».
«Pedimos disculpas a los involucrados y a nuestros lectores por la confusión causada», concluyó.