Es la primera consecuencia del ataque del miércoles por la noche en Tel Aviv, en el que murieron cuatro civiles israelíes.
Otras 13 personas sufrieron heridas de bala, según el servicio médico de emergencias de Israel. Cuatro personas, entre ellas uno de los sospechosos, aún están siendo tratados en hospitales, según la policía israelí.
Los atacantes estaban vestidos como judíos jasídicos y fueron arrestados. Viven en Yatta, al sur de Cisjordania.
Un portavoz del ejército israelí confirmó que las fuerzas militares estaban realizando búsquedas en esa localidad cisjordana.
El grupo islamista Hamas no reclamó la responsabilidad del ataque, pero lo elogió y dijo que era la «primera de muchas sorpresas» previstas contra las fuerzas israelíes durante el mes de Ramadán.
Por su parte, el primer ministro Benjamin Netanyahu calificó el ataque de «salvaje».
«Vamos a tomar las medidas necesarias para atacar a los atacantes y defender a aquellos que necesitan ser defendidos», dijo.