«La respuesta a los desastres es responsabilidad del Estado, pero también de los ciudadanos», afirmó a Efe el colombiano Luis Hernando Aguilar, cabeza visible de este proyecto, denominado Kitum, y especialista en labores de reconstrucción.
Surgido de los llamados laboratorios de innovación ciudadana que organiza la Secretaría General Iberoamericana (Segib), una de las funciones de Kitum es crear «un sistema web que permite recolectar reportes» (a través de mensajes de teléfono móvil, email o mensajes instantáneos) para que estos lleguen de manera «coordinada y ordenada» a los equipos de rescate de los estad
Así se involucra a ciudadanos en tareas de rescate en las que suele participar únicamente personal entrenado.
Los impulsores de Kitum recibieron la llamada de la Presidencia del Consejo de Ministros de Perú para ayudar en la coordinación de voluntarios durante las recientes inundaciones en el país por el fenómeno del Niño Costero.
«Si hay una carretera bloqueada y alguien lo reporta, podemos comunicárselo a los equipos para que tomen una ruta alternativa y ahorren tiempo, algo que puede ayudar a salvar vidas», prosigue Hernando.
Agrega que están informando a través de las redes sociales sobre las necesidades que pueden satisfacer los ciudadanos: «ahora mismo en Perú no hace falta comida ni ropa, sino donaciones de dinero y estamos intentando que es mensaje llegue claro a la ciudadanía», aclara.
La web es la http://emergencia.unasolafuerza.pe/ que han activado junto al gobierno peruano.
Kitum utiliza una herramienta creada en Kenia, Ushahidi, que permite organizar un mapa de reportes y que ha sido utilizado en emergencias como los terremotos de Haití y Chile en 2010, las inundaciones en Colombia de 2011, el conflicto en Libia o el terremoto de Ecuador en 2016.
«Lo que estamos haciendo es fortalecer la relación entre ciudadanos y Estado, no un ciudadano pasivo que solo escucha, sino como activos que aportan conocimiento donde hace falta, nos subordinamos pero aportamos», subraya.
Además del mapa de reporte de incidencias, Kitum convoca a través de las redes sociales a un grupo de voluntarios digitales, «gente que quiere ayudar y a quienes se les pregunta en qué son buenos y se les distribuye en grupos de trabajo» que igualmente trabajan coordinados con los grupos de rescate.
En el caso de Colombia, en la reciente riada en Mocoa, fueron los promotores de Kitum quienes se ofrecieron para colaborar con aquello que fuera necesario.
«Hemos ido identificando necesidades y respuestas, producimos uno de los primeros mapas de las zonas afectadas, activamos el sistema el viernes por la noche y el sábado ya teníamos un mapa» con 250 reportes, una cifra que «se va a multiplicar en estos días», según alerta.
Hernando es consciente de que este es un problema que afecta a toda América Latina: «en Mocoa (Colombia) va a ser importante una activación mayor, medio país está en alerta por los niveles de ríos y embalses, Argentina también está bajo el agua, y se va a dar una situación de mayores proporciones».
«Los ciudadanos debemos estar preparados», zanja esperanzado de que esta colaboración entre ciudadanía y gobiernos ayude a salvar vidas.