«Si es hasta riesgoso para su seguridad», dijo Aníbal Fernández en su última comparecencia ante los medios como el jefe de los ministros argentino.
Fernández decidió ayer no asistir a la ceremonia, después de una serie de diferencias con Macri en torno al lugar de la entrega de la banda y el bastón presidenciales, un desencuentro que llevó al presidente electo a solicitar a la justicia una medida cautelar para que se le reconozca como jefe del Estado desde las 00.00 horas del jueves y pueda así decidir libremente sobre su asunción.
«Me parece que el objetivo que se está buscando es se pretende que no exista una imagen, que es la imagen de la Presidenta en ejercicio, en el momento que cambia de mando la presidencia; se está buscando que esa imagen no se pueda dar y eso es lo desagradable», agregó.
Además, criticó la medida cautelar solicitada por Macri a la Justicia, que recibió el dictamen favorable del fiscal Jorge di Lello, pero sobre la que aun debe pronunciarse la jueza federal María Servini de Cubría.
«Es una cosa que no tiene ni pies ni cabeza; entonces el país hubiera quedado todas las elecciones con la culminación de los mandatos sin presidente durante 12 horas», subrayó el jefe de Gabinete argentino.
La decisión de Fernández de ausentarse puso fin a la incertidumbre de los últimos días sobre el escenario en el que Macri, líder de la alianza conservadora Cambiemos, recibirá los atributos de mando, el bastón y la banda presidencial.
El presidente electo argentino jurará su cargo en el Congreso ante su vicepresidenta, Gabriela Michetti, según informó Cambiemos.
Después, pronunciará su primer mensaje presidencial y se trasladará a la Casa Rosada.