ACNUR espera recaudar los fondos suficientes para construir o mejorar refugios y centros de acogida para unos 2 millones de refugiados hasta 2018, lo que significaría asistir a casi una de cada ocho de los 15,1 millones de personas que se encuentran bajo protección de la organización.
Para esta campaña, ACNUR calcula que en 2016 necesitará unos 724 millones de dólares, de los que sólo cuenta con 158 millones, una brecha que según la organización «pone en peligro la vida de millones de hombres, mujeres y niños sin refugio y que sufren para rehacer sus vidas».
Las zonas donde las necesidades son más acuciantes son África subsahariana, donde se requieren unos 255 millones y sólo se cuenta con 48, y Oriente Medio y el norte de África, donde sólo se dispone de 91 millones de un total de 373.
«El refugio es la piedra angular para que los refugiados sobrevivan y se recuperen, y debería considerarse como un derecho humano no negociable. Mientras atajamos un problema sin precedentes desde la Segunda Guerra Mundial, ningún refugiado debe quedarse sin ayuda», dijo en un comunicado el alto comisionado de la ONU para los refugiados, Filipo Grandi.
En la actualidad hay unos de 60 millones de personas que se han visto obligadas a abandonar sus hogares, de las que cerca de 20 millones son refugiados que han tenido que huir de sus países de origen.
Cada año, la agencia compra unas 70.000 tiendas de campaña y más de 2 millones de lonas que sirven para asistir a las emergencias humanitarias y proporcionar cobijo básico, pero las necesidades actuales sobrepasan los fondos disponibles de la organización.
«Hay un papel importante para el sector privado, su conocimiento, energía y dinero puede actuar en solidaridad con los refugiados para proporcionarles cobijo lejos de la guerra y la persecución», concluyó Grandi.