Las elecciones del Alemania suelen ser un poco áridas y predecibles, pero esta campaña ha sido agitada en comparación.
El pasado noviembre, el canciller Olaf Scholz, del Partido Socialdemócrata (SPD, por sus siglas en alemán), despidió sin contemplaciones a su ministro de Hacienda. Scholz perdió entonces un voto de confianza, desencadenando elecciones parlamentarias anticipadas.
La intervención de Musk generó un debate nacional sobre cómo Alemania recuerda su propia historia del siglo XX. El canciller calificó de “repugnante” el apoyo de Musk a los políticos de extrema derecha en Europa.
Por su parte, es probable que la AfD abra nuevos caminos en la política alemana, ya que los sondeos de opinión sugieren que podría convertirse en el segundo grupo político más grande del país, algo inédito para un partido de extrema derecha desde la época nazi.
¿Quiénes son los principales candidatos a canciller?
FRIEDRICH MERZ
Friedrich Merz, de la Unión Cristianodemócrata (CDU, por sus siglas en alemán), el partido de la excanciller Angela Merkel, ha sido durante mucho tiempo el favorito en esta contienda. Con más del 30% en las encuestas, el partido de la Unión, compuesto por la CDU y su partido hermano bávaro, la CSU, parece destinado a convertirse en el mayor partido de Alemania y volver a dirigir la política alemana.
La CDU ha adoptado una política mucho más agresiva hacia la inmigración que la vista en la era Merkel de fronteras abiertas.
En las últimas semanas de campaña, Merz catapultó la inmigración al primer plano, hasta el punto de que se le ha acusado de dejar la puerta abierta a colaborar con la extrema derecha.
A finales de enero, causó consternación en todo el país cuando intentó que el Bundestag, o Parlamento alemán, aprobara una ley que imponía controles más estrictos de la inmigración.
Su voluntad de utilizar el apoyo de la AfD para ello rompió un tabú arraigado en la política alemana –aunque finalmente no logró aprobar un proyecto de ley vinculante– y generó protestas masivas en ciudades alemanas.
Sin embargo, en una entrevista en el congreso de su partido a principios de febrero, Merz reiteró a CNN que trabajar con la AfD era un imposible. “Están en contra… de todo lo que somos, de lo que construimos en la República Federal de Alemania. No hay cooperación con este partido”, dijo.
Merz no es un recién llegado a la política alemana, pero esta es su segunda gestión como político.
Entre 1989 y 1994, Merz fue eurodiputado por Alemania. Posteriormente fue miembro del Bundestag, donde representó a la CDU hasta 2009. Dejó la política para trabajar como abogado de empresa, donde formó parte de numerosos consejos de supervisión, incluido el del gigante de la inversión BlackRock.
Ahora representa a Brilon, su ciudad natal, y tiene fama de ser millonario y poseer licencia de piloto privado.
Hizo dos intentos fallidos de convertirse en jefe de la CDU, en 2018 y 2021. Asumió oficialmente la dirección del partido en 2022.
ALICE WEIDEL
La candidata a canciller de la AfD, su colíder Alice Weidel, es acérrimamente antiinmigración.
En 2024, la AfD obtuvo buenos resultados en las elecciones regionales. Se convirtió en el partido más grande de Turingia, por primera vez desde la época nazi, y quedó en segundo lugar en otra votación regional.
Los sondeos de opinión sugieren que su popularidad se ha trasladado también al ámbito nacional. Desde que se convocaron las elecciones anticipadas, el partido ocupa el segundo lugar, con alrededor del 20%, y las cifras apenas han variado.
En declaraciones a CNN en un multitudinario mitin de la AfD, en el que Musk apareció por videoconferencia, Weidel dijo que una de sus primeras medidas como canciller sería “cerrar nuestras fronteras, controlarlas y luego expulsar a todos los ilegales”. Es una política que ella llama “remigración”, un término que tiene connotaciones nazis.
OLAF SCHOLZ
El partido del canciller en funciones, el SPD, podría convertirse en el gran perdedor de las elecciones.
Tras haberse convertido en el partido más votado en las elecciones de 2021, los sondeos de opinión apuntan a un retroceso de unos 10 puntos. Esto les situaría no solo por detrás de la AfD, sino luchando por el tercer puesto con los Verdes.
Scholz llegó al poder en una ola de optimismo post-Merkel, pero su coalición “semáforo” se ha visto acosada por luchas internas desde el principio. Muchos de esos desacuerdos se hicieron públicos y el país se cansó de las constantes disputas.
Todo ello ha llevado a que Scholz y su SPD tengan una imagen bastante negativa. Una encuesta del pasado septiembre situaba a Scholz como el canciller alemán menos popular desde la reunificación.
La popularidad de Scholz era tan baja que, justo antes de las elecciones, corrió el rumor de que su partido quería que Boris Pistorius, actual ministro de Defensa, lo sustituyera como Kanzlerkandidat (candidato a canciller) del partido.
ROBERT HABECK
El Partido Verde, que en las encuestas nacionales ronda el 13%, también debe considerarse un partido a tener en cuenta.
Es poco probable que reúna suficientes votos para ser el partido más grande, pero podría desempeñar un papel importante en la formación del próximo Gobierno. El candidato de los Verdes a canciller es Robert Habeck, actual ministro de Economía de la nación.
¿Cuáles son los temas principales?
La inmigración ha sido el principal tema de estas elecciones, alimentada en parte por una serie de atentados de gran repercusión perpetrados presuntamente por solicitantes de asilo o inmigrantes.
En los últimos meses, Scholz reintrodujo controles en las fronteras con los países europeos vecinos, una medida que muchos ven como un intento de ganarse el favor de los votantes que podrían inclinarse por el partido populista AfD.
En segundo lugar se encuentra la economía.
La economía alemana, que suele ser una potencia, se ha estancado y la opinión general es que se necesitan reformas importantes.
En enero, la Oficina Federal de Estadística de Alemania declaró que el PIB del país se había contraído por segundo año consecutivo, un 0,2%, tras una contracción en 2023 del 0,3%.