Amaia Montero respondió a las críticas por su errática actuación del pasado fin de semana en Cantabria, en la que llegó incluso a pedir a los músicos que dejaran de tocar, asegurando que todo se debió a unos severos "problemas de sonido".

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«Tuvimos bastantes problemas de sonido y seguramente tendría que haberme retirado del escenario, pero por una cuestión de absoluto respeto hacia el público no me rindo jamás». “Estoy leyendo cosas realmente terribles, que si estaba borracha, me están llamando Amy Winehouse… El otro día me decían que me había trasformado el rostro. Estoy harta, voy de polémica en polémica», advirtió.