Hace casi un año Rusia comenzó la invasión a Ucrania. Desde entonces, miles de personas, tantos rusas como ucranianas se han visto en la necesidad de migrar o trasladarse a un sitio seguro.
En Rusia se ha desatado el denominado “turismo de nacimiento” tras las diversas sanciones que se le han impuesto al país. Este término se refiere al traslado a otra nación con el fin de dar a luz, obtener la nacionalidad del lugar que se visita, la residencia permanente y un nuevo pasaporte para los padres.
En este caso, Argentina esta recibiendo un alto porcentaje de visitantes rusos, especialmente de mujeres embarazadas. Este país del sur no requiere visa para los ciudadanos de Rusia y ofrece otras facilidades migratorias a todo aquel que la visite con planes de permanencia a largo plazo.
El pasado mes de enero, el diario británico The Guardian alertó sobre la llegada a la nación suramericana de decenas de mujeres que eligieron Argentina por su pasaporte, debido a que les permite realizar viajes de corta duración a 171 países sin visado, incluidos los de la Unión Europea, el Reino Unido y Japón. A diferencia del documento ruso, con el que sus ciudadanos solo pueden ingresar a 80 países.
Desde el inicio de la invasión, 10.500 rusas embarazadas viajaron a Argentina para dar a luz, según datos oficiales. Las autoridades migratorias argumentan que cerca del 70% de las que fueron madres en el país sudamericano no permanecen en él más que unos meses, suficientes para obtener un pasaporte argentino para los bebés.
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