De su lado, el ministro Diego Aulestia señaló que se prolongaron las preferencias arancelarias con el Ecuador hasta diciembre del año en curso, tomando en cuenta el proceso para que entre en vigencia el acuerdo comercial. Este proceso en Colombia y Perú tardó dos años y medio y tres años, respectivamente, desde el cierre de las negociaciones. En ese sentido estamos utilizando el mismo tiempo que los países vecinos, dijo.
Señaló que el acuerdo no es importante únicamente para la exportación de los productos tradicionales como el banano, camarón, productos del mar, cacao, flores, sino para otros como del comercio justo, que tienen un fuerte impacto sobre el nivel de vida de quienes están presentes en la cadena de producción. Además beneficia a las cadenas de la economía popular y solidaria, que están registradas, que tienen un fundado optimismo que van a crecer una vez que sean estabilizadas las preferencias arancelarias.
El objetivo del acuerdo es disminuir las barreras de acceso, es decir, el acuerdo permite ahorrar cerca de 450 millones de dólares al no tener que compensar la expiración del sistema general de preferencias, informó.
Las principales características son: mantener el mercado, ampliar el acceso al mercado, proteger las cadenas y productos más sensibles, priorizar las mico y pequeñas empresas, preservar la capacidad de hacer política pública, apoyo a la económica popular y solidaria, asegurar el cero por ciento de arancel para toda la oferta exportable ecuatoriana, conceptos de industrias nacientes, supresión de productos europeos agrícolas que tienen niveles importantes de subsidios, reconocer la posibilidad de una salvaguardia de balanza de pagos.
Señaló como pilar del acuerdo a la cooperación; en este marco, indicó que se encuentra en negociaciones muy avanzadas con la Unión Europea para acceder a programas destinados a fomentar el desarrollo de pequeñas y medianas empresas exportadoras.
Diego Aulestia recalcó que el acuerdo no es un tratado de libre comercio porque existe exclusión de productos sensibles, presencia de salvaguardias, exclusión de productos subsidiados, se reconoce el ordenamiento jurídico andino, elementos que precautelan el acceso a medicamentos, entre otros.
Por su parte, el ministro Eduardo Egas manifestó que el Ecuador logró un acuerdo comercial de primer nivel, beneficioso para el país, respetuoso de las políticas de gobierno y acelerador del desarrollo del país, que marca la diferencia en los procesos de negociación que el país emprenderá a futuro.
En el campo industrial, destacó que el acuerdo permite a Ecuador introducir con casi cero arancel a todos los bienes industriales que hoy elabora y lo que hará posteriormente, lo que marcará una diferencia en la inversión extranjera para generar el cambio en la matriz productiva, atraerá importantes divisas para el país y una serie de factores que atraerán las inversiones.
El acuerdo prevé un compromiso de transferencia tecnológica que contempla investigación, cooperación, innovación, para adecuarnos a las exigencias de calidad y gustos de los consumidores. No se pensó únicamente en los aranceles, sino que exista el compromiso de la Unión Europea por canalizar hacia el país la transferencia tecnológica requerida para aprovechar en mejor medida el acuerdo y que permitirá sostener, desarrollar y mantener las industrias nacientes, concluyó.