El aterrizaje en el aeropuerto de Belgrado se realizó después de que se hallara en el avión un teléfono móvil sin dueño.
Según informa el diario serbio Blic en su página web, la investigación estableció que no había explosivos en el avión y que el teléfono móvil que despertó sospecha pertenece a un pasajero de un vuelo anterior.
La agencia de noticias serbia Tanjug indicó que se ha realizado una inspección de seguridad en el aparato, un Boeing 777/300ER que transportaba a 300 viajeros.
Los medios turcos informaron de que el móvil sospechoso se localizó cuando el avión atravesaba el espacio aéreo rumano y el piloto se comunicó con la torre de control del aeropuerto de Belgrado y pidió permiso para aterrizaje de emergencia.
Tras recibir el permiso, el avión aterrizó sin problemas y los pasajeros fueron llevados a la terminal del aeropuerto.
Los pasajeros y la tripulación volvieron el avión tras el registro para continuar el viaje hacia Londres.