Ecuador estrenará un nuevo banco público cuya misión es ampliar y mejorar el acceso financiero para los sectores agrícolas, ganaderos y productivos del país.

Banecuador, que reemplaza al actual Banco Nacional de Fomento (BNF), abrirá sus puertas en abril próximo con un enfoque de desarrollo, informó el presidente del directorio, Javier Ponce.

En entrevista con el programa Ecuador No Para, coproducido con la Agencia Andes, el también ministro de Agricultura indicó que, al momento, el nuevo Banco se encuentran en etapa de pruebas y tramitando el traspaso de activos y pasivos, como parte del proceso de cierre y liquidación del BNF, según lo dispuesto mediante decreto Ejecutivo del 11 de marzo pasado.

En dicho documento, el mandatario Rafael Correa dispone la transferencia de activos, pasivos y patrimonio; la subrogación de actos, instrumentos jurídicos, derechos y obligaciones; y el cierre y liquidación voluntaria “por razones de interés público”.

En cuanto al talento humano, se aclara que los trabajadores y servidores públicos se sujetarán a lo dispuesto en el Código Orgánico Monetario Financiero que señala que el paso a la nueva entidad será “previa evaluación, calificación y selección, de acuerdo a los requerimientos institucionales”. En caso de existir cargos innecesarios, se aplicará el proceso de supresión de puestos según las normas legales y los mecanismos de compensación respectivos.

Así, Banecaudor “asume todas las obligaciones de orden administrativo, financiero, legal, judiciales y de cualquier otra índole que estuvieran a cargo del BNF”.

Banecuador, que se creó el 13 de mayo de 2015, está operando internamente desde el mes de noviembre.  En ese tiempo, explicó Ponce, se ha constituido en una banca de desarrollo “con un puntal financiero y social comprometido con los sectores rurales y  productivos”. “El pleno concepto es que (Banecuador) no está haciendo un préstamo, sino que está invirtiendo en un proceso de desarrollo”, indicó.

Uno de los principales problemas identificados en el BNF, en liquidación voluntaria, fue la falta de oportunidad en la entrega del crédito, el poco profesionalismo en el tratamiento financiero y una limitada actividad que permita generar impacto en el progreso de la sociedad y la economía ecuatoriana. De ahí que Banecuador pretende ser la otra cara de la moneda: modernización, tecnificación y eficiencia.

A decir de Ponce, el nuevo banco reducirá los tiempos de atención, otorgará créditos adaptados a las características del producto de destino, aplicará garantías flexibles, mantendrá comunicación en línea con sus clientes y, sobre todo, ofrecerá atención personalizada en territorio.

“Queremos que los créditos se entreguen en tres o cuatro días y no en tres meses; y que el crédito vaya adaptado a las características del producto que financia. Es diferente un crédito para compra de ganado que para adquisición de una cosecha o maquinaria”, indicó el ministro de Agricultura y presidente del directorio de Banecuador.

Una de los cambios más profundos es que el 80% del personal del banco realizará trabajo de campo. “Cada promotor irá con su tablet al campo, participará en los procesos productivos y analizará de manera adecuada el tipo de crédito que requiere su productor”, sostuvo.

La matriz de Banecuador está ubicada en la ciudad de Quevedo, en la provincia costera de Los Ríos, con gran influencia en el sector agrícola.  Actualmente, cuenta con 155 oficinas, en 146 cantones del país.