Ayer, más de 60 mil personas se volvieron parte de la historia junto a Bruno Mars, quien con una fiesta llena de pop, funk, r&b y toques de rock, dieron inicio a una nueva etapa de los espectáculos en la CDMX con el recién inaugurado Estadio GNP Seguros.
Minutos después de las nueve de la noche la emoción comenzó a subir y para muestra fue cuando el público en gradas comenzó a hacer la ola de un lado al otro y las personas en el General se trataban de unir con las luces de sus celulares.
Y entonces todo se convirtió en una ola de tsunami energético cuando las luces del recinto se apagaron y Mars apareció en el escenario a las 21:30 horas.
Un telón rojo cubrió el escenario y una corona con una M en medio anunciaba que el cantante estaba a punto de comerse el entarimado… y así fue cuando lo primeros acordes de 24K Magic prendieron los fuegos artificiales y el hawaiano hizo su aparición.
Estoy de regreso, México. Muchas gracias por estar está noche aquí, esperé mucho tiempo para regresar con ustedes, pero sé que será una noche llena de energía”, lanzó Mars antes de dar inicio a Finesse.
Y entonces, por qué no, Bruno hizo que el ahora Estadio GNP Seguros se pusiera a bailar a ritmo de Treasure.
Un show debe tener de todo y eso lo sabe Bruno, quien no dudó en tomar su guitarra y hacer una intro de reggae en Liquor Store Blues, que no podía ser más obvia que hasta las luces con los colores de la bandera de Jamaica se encendieron, sólo para dar paso a Money (That’s What I Want) y Billionaire, la cual tuvo esa entrada acústica con él en la guitarra, a quien después se le unió toda la banda, no sólo para tocar, sino también para cantar.
Desde 1997, cuando David Bowie se presentó para inaugurar el entonces Foro Sol, el recinto no había recibido una renovación tan grande como está, en dónde se sigue sintiendo como ese espacio familiar que ha albergado cientos de conciertos y festivales pero… huele a nuevo totalmente.
No sólo las gradas con asientos —de plástico y acolchados como los de los cines— y las más de 280 pantallas localizadas en la parte superior del recinto, la atención de anfitriones y staff para con el público es otra.
Es como cuando el anfitrión está feliz de recibirte en su nueva casa, mostrarla completa y celebrar con sus invitados el estreno de la misma y Bruno fue la elección ideal para esta inauguración en donde rolas como Perm hicieron sacarle sus mejores pasos —quien muestra la influencia de Michael Jackson en sus movimientos— y su banda, así como una explosión de fuegos artificiales que pintaron el cielo de rojo.
Y entonces, como si fuera un cruce de medusas en el mar, las luces de la parte más arriba de las gradas se encendieron encontrándose sobre el público en Calling All My Lovelies, dónde Mars no perdió la oportunidad de cantar un parte en español: “te extraño, mamacita”, a la cual siguió Wake Up In The Sky.
Bruno no sólo es un cantante, es un showman que sabe ir llevando a su público de arriba a abajo y darle espacios para respirar, cantar y disfrutar de su producción que está llena de colores y luces, de baile y cachondería implícita, de diferentes ritmos y emociones.
That’s What I Like y Please Me fueron las dos siguientes rolas en un repertorio que no daba espacio al silencio, siempre había alguien cantando con Bruno.
Con un tono casi religioso, como coro de godspell fue como Mars dio entrada a Versace On The Floor, en la que la corona y el color dorado en las pantallas, que se fusionaba con las luces azules y morados, no pudo faltar… Así como la petición de “bésame, bésame, bésame” que hizo el cantante, enloqueciendo a sus fans.
Gracias, México. Vamos a divertirnos”, dijo Bruno para dar vida a Marry You, la cual hizo que algunas parejas se cantaran entre ellas la petición, para después hacer que todo el estadio moviera los brazos de un lado al otro.
Un solo de batería le dio un break a la gente y a Bruno, quien dejó a su baterista para que mantuviera la atención del público que fue sorprendido por el cantante, quien regresó con camisa diferente para hacer un rock n’ roll de esos que hacen que se mueva la cadera de un lado al otro con Runaway Baby.
Si van a estar callados, yo también”, lanzó Bruno a manera de provocación a sus fans, quienes lo hicieron volver al frente del escenario y tomar de nueva cuenta el micrófono sólo para que la gente coreara su nombre al unísono, mientras él bailaba y cantaba con un megáfono.
Sentado al piano, Bruno advirtió a sus fans que los retaría a ver si recordaban un conjunto de canciones que estaba a punto de interpretar, y su sorpresa fue que Fuck You, Young, Wild & Free, Grenade, Talking to the Moon, Nothin’ on You y Leave the Door Open fueron acompañadas por las voces de aquellos que han seguido sus pasos desde hace más de 20 años.
Cuando algo es nuevo es inevitable no tratarlo bonito y a diferencia de los últimos shows que hubo en el Foro Sol en dónde las oleadas de olor a mariguana y tabaco llegaban de pronto, ahora no fue así, todos muy bien portados. Y, cómo no, el estadio está lindo.
¿De pronto, el estadio se iluminó con las luces de los celulares y se inundó de emoción con When I Was Your Man.
En la recta de despedida, los acordes en el teclado de Cielito lindo hicieron cantar al público, para abrir camino a Locked Out of Heaven, Just The Way You Are, su propia versión de El sonidito y su éxito Uptown Funk.