La idea de esta novela comenzó con una imagen de dos señoras amigas que de pronto una noche, de una manera impensada para ambas, viven una situación erótica. Luego se fue convirtiendo en una historia policial, casi un thriller, y el thriller se fue transformando en una especie de mural de la sociedad peruana en los últimos meses o semanas de la dictadura de Fujimori y Montesinos. Me gustó la idea de que la historia se llamase Cinco esquinas como un barrio que, de alguna manera, es emblemático de Lima, de Perú y también de la época en la que está situada la historia.
Él había pensado que, después de todo, un periodista puede ser a veces útil."Y también peligroso", concluyó. Tuvo el presentimiento de que nada bueno saldría de esta visita.