El 1 de abril el Consejo Nacional Electoral (CNE) realizará el último simulacro nacional de este sistema, antes de la elección presidencial, y las evaluaciones previas señalan que el SIER funcionó “correctamente”.
El consejero electoral José Cabrera aseguró que en el procesamiento de la información de la primera vuelta, en la que se eligió binomio presidencial, asambleístas y parlamentarios andinos, no se detectaron anomalías que requieran modificaciones.
Lo que sí se está realizando es “ajustes a las seguridades informáticas”. “El sistema está funcionando correctamente y no se van a realizar mayores variaciones”, precisó.
Para estas elecciones nacionales, el CNE desarrolló cinco herramientas para la visualización de los resultados del escrutinio: en su página web; una aplicación para los sistemas Android y Apple; transmisión en vivo por YouTube, Facebook; y, una exclusiva para las organizaciones políticas en la cual se publicaban las actas de escrutinio para el control electoral.
El mantenimiento del SIER ha significado una cuantiosa inversión, prevista dentro del presupuesto operativo electoral.
Por ejemplo, para realizar las pruebas de carga y estrés del sistema se destinaron $ 185.000; para la instalación del Centro de Datos Alterno se contrató a la Corporación Nacional de Telecomunicaciones (CNT) por $ 1′333.500.
El servicio de interconexión y enlaces de datos entre los Centros de Digitalización de Actas (CDA) y el Centro de Procesamiento y bodegas costó $ 3′030.113 y también se contrató al CNE; y para el servicio de actualización de soporte de las balanceadoras, que comprenden ‘firewall de aplicaciones’ se contrató a la Empresa Pública de la Universidad Técnica de Ambato por $ 572.324.
Esta última contratación tiene como objetivo, según el contrato, proteger las aplicaciones y el portal web del CNE de amenazas, incidentes de configuración y evitar o mitigar las consecuencias de las fallas de los equipos.
Aunque en el CNE se destacó el funcionamiento del sistema informático, la Misión de Observación Electoral de la Organización de los Estados Americanos (OEA) hizo al menos nueve recomendaciones para optimizar su funcionamiento en la víspera de los siguientes comicios.
En el informe preliminar que entregó el organismo regional se sugirió al Consejo que haya una “mayor” participación de las organizaciones políticas en las pruebas y simulacros que se realicen, como en el momento de congelar el software y la puesta en “cero” de la base de actas de resultados.
Que se apliquen “técnicas de testeo y pruebas integrales, en específico en los módulos que presentaron dificultades”; también, que se evalúen los problemas de “intermitencia” en la publicación de resultados durante los cómputos.
Y que se publiquen las actas de cada Junta Receptora del Voto, mientras se ingresen al cómputo o sean consideradas con inconsistencias.
Esto para “garantizar la transparencia y permitir el seguimiento por las organizaciones políticas y por la ciudadanía”.
En este contexto, los consejeros están enfocados en incentivar a los miembros de las juntas receptoras del voto a que acudan a las capacitaciones sobre cómo realizar el escrutinio, para reducir las inconsistencias en las actas y a la vez evitar fallas en el escaneo de las mismas.
El vicepresidente del CNE, Enrique Pita, detalló que tras las elecciones del 7 de febrero se observó un incremento en el porcentaje de actas con novedades que bordeó más del 12%, frente a comicios anteriores en los que estos valores llegaban entre el 6% y 7%.
Fue así como de acuerdo con información del organismo, el SIER detectó 5.282 urnas que tenían actas con novedades, por las que se debió hacer un recuento de 1’413.683 votos.
Estas inconsistencias motivaron el reclamo del candidato presidencial de Pachakutik (PK), Yaku Pérez, quien denuncia un supuesto fraude electoral en su contra.
Él solicitó a la Contraloría General que haga una auditoría al sistema informático del Consejo para que se confirme su denuncia; y también presentó una denuncia penal por presunto fraude electoral en la Fiscalía.
Los dos organismos intentaron intervenir. La Contraloría solicitó al CNE hacer una auditoría, pero no se le permitió porque está en ejecución el proceso electoral.
En tanto que a la Fiscalía, el Consejo le habría entregado información en al menos ocho puntos.
La OEA observó con preocupación las acciones de las dos instituciones. En su informe preliminar hizo mención de estos dos hechos y señaló: “La Misión ve con preocupación que, tal como sucedió en la etapa preelectoral, instituciones ajenas a la Función Electoral obstaculicen el correcto desarrollo del proceso electoral”.
Nota Original: El Universo – LINK