La organización de Coachella y de Stagecoach, un festival posterior, confirmó este miércoles que no tomará ninguna precaución para evitar la propagación del virus entre sus más de 100.000 asistentes, después de haber tenido que cancelar hasta tres ediciones durante los meses más duros de la pandemia.
«Mientras nos preparamos para un fin de semana increíble en el desierto, anunciamos que no habrá requerimientos de vacunación, test o mascarillas, de acuerdo con las directrices locales», indicó el célebre festival en redes sociales.