«El problema es que es demasiado peligroso restablecer todo el servicio eléctrico hasta asegurar todos los cables caídos», respondió Correa a un mensaje en la red social Twitter, en la que una ciudadana le decía: «Urgente Portoviejo sin luz ni agua. recursos básicos».
En la misma red social, el gobernante, que está regresando de Europa, pidió a las autoridades que controlen todo intento de especulación, pues en un mensaje le informaron de supuestas alzas de precios en alimentos.
El gobernante está de regreso desde Europa tras participar en un foro del Vaticano para conmemorar la publicación de la encíclica del papa Juan Pablo II «Centesimus Annus» y se prevé que llegue alrededor de las 18.30 hora local (23.30 GMT) a la ciudad de Manta, una de las afectadas por el sismo.
El terremoto se produjo a las 18.58 hora local del sábado (23.58 GMT), entre los balnearios costeros de Cojimíes y de Pedernales, en la provincia de Manabí y colindante con la de Esmeraldas, que también ha sentido el impacto de las réplicas.
Tras el desastre, el Gobierno ecuatoriano declaró el estado de emergencia en las provincias de Esmeraldas, Manabí, Guayas, Santo Domingo de los Tsáchilas, Los Ríos y Santa Elena, así como el estado de excepción en todo el territorio nacional.
Según el vicepresidente de Ecuador, Jorge Glas, la cifra de fallecidos como consecuencia del terremoto ascendió a 235, en tanto que la de heridos se ubicó en 1.557.