El mandatario ecuatoriano dijo en Twitter que habló con Lula y se solidarizó con él.
«Acabo de hablar con Lula para expresarle nuestra solidaridad. Lula es un guerrero, y vencerá esta nueva canallada. ¡Latinoamérica te abraza!», tuiteó el gobernante.
Correa ya se refirió a las investigaciones sobre Lula el martes, cuando dijo que en la operación policial en la que fue llevado a declarar hubo una violación de derechos humanos contra el ex jefe de Estado.
Ese día aseguró que esa acción forma parte de una arremetida de los grupos de derechas del continente contra los líderes de los llamados Gobiernos progresistas en América Latina.
«Lo que se hizo con Lula es un atentado a los derechos humanos. Creen que un Lula va a huirse si lo llaman a declarar, jamás, pero fueron a inspeccionar su casa, lo llevaron detenido a la fuerza para que declare», aseguró Correa.
Para el mandatario ecuatoriano, todo ese procedimiento contra Lula fue «para humillarlo, para desprestigiarlo» y forma parte de la «persecución del ‘establishment’ de las estructuras de la vieja América Latina».
La Fiscalía de Sao Paulo acusa a Lula y a su esposa, Marisa Letícia Lula da Silva, de ser los dueños de un apartamento de tres plantas en el litoral de Sao Paulo, que está a nombre de la constructora OAS -empresa salpicada en el escándalo en el que se investiga a la compañía Petrobras- y cuya propiedad ha sido negada por el expresidente.
Para Lula, la denuncia es una prueba más de la «parcialidad» de uno de los fiscales responsables por el caso, a quien acusa de utilizar su cargo con fines políticos.