Nuestra vida cotidiana está tan acostumbrada a la comunicación global e inmediata, que bastan unos minutos en que las redes sociales dejen de funcionar para poner a más de uno a correr en círculos. La mañana del pasado martes 05 de marzo, Facebook e Instagram sufrieron una caída a nivel mundial, que fue reportada, principalmente, a través de X, anteriormente Twitter.
En el caso de Facebook, los usuarios indicaban que los contenidos no se cargaban y en otros escenarios, se cerraba la sesión, algo que a muchos dio a pensar que sus cuentas fueron hackeadas.
Frente a esto, Andy Stone, portavoz de Meta, explicó que “un problema técnico provocó que las personas tuvieran dificultades para acceder a algunos” de sus servicios. “Resolvimos el problema lo más rápido posible para todos los afectados y nos disculpamos por cualquier inconveniente”, escribió el representante de la compañía en X.
Todavía se desconoce lo que ocasionó el fallo en la navegación, pero lo que sí se sabe, es que Meta habría perdido cerca de 4.4 millones de dólares, durante la hora en que Facebook e Instagram dejaron de funcionar. Este cálculo se lo hace en base a las ganancias generadas en 2023, donde Meta logró una recaudación de 39 millones de dólares, según Forbes México,
Pero además de este problema, Meta todavía enfrenta otros desafíos, como garantizar la seguridad de los datos de los usuarios y el efecto de las plataformas en la salud mental, sobre todo de los menores de edad. Esto sumado al reto de mitigar la propagación de noticias falsas y los discursos de odio.
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