En una entrevista con Efe en Miami donde participará esta semana en la Cumbre Latinoamericana de Marketing Político y Gobernanza, Bucaram, de 33 años e hijo del expresidente Abdalá Bucaram, subrayó que Correa «no es honesto» a la hora de informar sobre la economía y ha acabado siendo «todo lo que criticaba» de la «vieja política».
Además, dijo, pese a ser economista, no ha tenido «visión» para preparar al país para la caída de los precios del petróleo, la principal fuente de divisas de Ecuador, usando los ingentes recursos que produjo precisamente un largo ciclo de precios altos del crudo.
También advirtió de que la dolarización de la economía ecuatoriana, que a su juicio es lo que ha impedido que el país sufra un colapso económico como el de Venezuela, «corre peligro».
A mediados de año el Gobierno, según Abdalá Jesús «Dalo» Bucaram, abogado, exlegislador y exfutbolista profesional, puede anunciar una vuelta a una moneda propia con el fin de obtener liquidez.
Bucaram, que ha iniciado una carrera política propia, aunque sin desligarse de los asuntos relacionados con el largo exilio de su padre, destituido en 1997 por el Congreso por «incapacidad mental», anunció su candidatura presidencial por el nuevo partido Fuerza Ecuador (FE) en diciembre pasado, pero no la puede oficializar hasta octubre próximo.
A falta de un año para las elecciones, las encuestas de intención de voto le dan un 9 % a este político que busca aglutinar a los jóvenes en torno a un proyecto para un Ecuador mejor.
En respaldo de su acusación de que el presidente Correa «disfraza» los datos económicos menciona que según el Gobierno el desempleo en el país es del 5 %, cuando hay estudios independientes que dicen que «seis de cada diez ecuatorianos no tienen un empleo estable».
Bucaram ha recorrido el país en los últimos meses para empaparse de las necesidades y propuestas del pueblo, que, según dice, después de casi diez años de correísmo, sigue tan pobre como siempre.
«Se ha invertido en el cemento, no en el ser humano», señala el candidato de FE, que apoyó al hoy presidente en sus inicios pero se decepcionó, pese a lo cual se propone convencer a los electores con propuestas y no con consignas «anti-Correa».
Bucaram cree que hay logros de Correa, en el poder desde 2007, que deben reconocerse, especialmente en lo social y las infraestructuras, aunque es muy crítico con el presidente, al que acusa de implantar «un sistema autocrático» y «abusador».
Le reconoce, no obstante, el haber entendido que el pueblo no quería su perpetuación en el poder y el haber decidido consecuentemente no buscar una nueva reelección en 2017.
«La reelección indefinida aniquila la democracia, porque va contra uno de sus pilares, que es la alternancia en el poder», señaló.
Bucaram tiene «la certeza» de que en las elecciones de 2017, la Alianza País de Correa llevará como candidato al hoy vicepresidente Jorge Glas y también está seguro de que el oficialismo no ganará ni las presidenciales ni las legislativas.
Indicó que al próximo gobierno le espera una tarea «muy dura», pues a la crisis económica se suma que Alianza País tratará, si efectivamente es derrotada, de «desestabilizar» haciendo uso de los poderes que seguirán controlando, porque los mandatos de sus titulares van más allá de 2017.
Aun así, la tarea no le asusta a este exfutbolista, que ha jugado como centrocampista en clubes de fútbol de Ecuador, Chile y Uruguay.
Está hasta dispuesto a emprender solo el camino, antes que aceptar una alianza opositora basada en el «odio», creada «alrededor» de Jaime Nebot, alcalde de Guayaquil, y con un pie en el «pasado», señala.
Es partidario de procesos como el que llevó a crear la Mesa de la Unidad Democrática en Venezuela, pero siempre y cuando partan de escuchar las propuestas del pueblo y supongan una «reoxigenación de las clases políticas».
Siguiendo en la comparación con Venezuela dice que está más cercano a la posición de Leopoldo López que de Henrique Capriles.