El Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) publicará este lunes la base de datos de los Papeles de Panamá, en la que los usuarios podrán buscar los nombres las más de 200.000 compañías, fundaciones y fondos que son parte de la investigación.

La organización periodística, con sede en Washington, publicará la base de datos a las 14.00 hora local (18.00 GMT), según dijo a Efe la periodista argentina Marina Walker, subdirectora del ICIJ.

Según la organización, que ha liderado la investigación junto al diario alemán «Süddeutsche Zeitung», se tratará de «la mayor revelación de información de la historia sobre compañías opacas secretas y la gente que hay detrás de ellas».

En total, el escándalo abarca más de 11,5 millones de documentos del bufete panameño Mossack Fonseca, especializado en la gestión de capitales en paraísos fiscales, y afecta a más de 140 políticos y altos funcionarios de todo el planeta, entre ellos varios jefes o ex jefes de Estado y de Gobierno, o a sus familiares.

Según explicó Walker, lo que estará el lunes a disposición del público es una base de datos en la que aparecerán los nombres de las sociedades «offshore» (inscritas en un paraíso fiscal) creadas por el bufete panameño Mossack Fonseca supuestamente para que grandes capitales eludan al fisco.

También aparecerán los nombres de las personalidades implicadas y los cargos que ocupaban en las sociedades opacas, por ejemplo si eran directores de las compañías o accionistas, así como la dirección postal que la persona involucrada o su representante dieron al bufete panameño a la hora de crear la sociedad.

Esa dirección facilitará la búsqueda por países y puede corresponderse tanto con el domicilio de los implicados como con la base de la compañía, detalló Walker.

Los documentos de la base de datos provienen del bufete panameño Mossack Fonseca y se referirán a más de 200.000 compañías, fundaciones y fondos con sede en 21 paraísos fiscales, «desde Hong Kong hasta Nevada, en Estados Unidos», indicó el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación en un comunicado.

La información que saldrá a la luz este lunes implica a gente de más de 200 países y territorios.

«La repercusión que la investigación ha tenido es enorme en todo el mundo, inclusive en Estados Unidos, que antes no había tenido iniciativas similares de transparencia», consideró Walker.

El viernes, el presidente de EEUU, Barack Obama, anunció medidas para combatir la evasión fiscal, que van desde la cobertura de vacíos legales en los que se amparan los evasores fiscales hasta propuestas legislativas para luchar contra la opacidad en las empresas inscritas en paraísos fiscales.

Como consecuencia del escándalo, que estalló el pasado 3 de abril, dimitió el centrista Sigmundur David Gunnlaugsson como primer ministro de Islandia, y el primer ministro británico, David Cameron, tuvo que comparecer en la Cámara de los Comunes para disipar la polémica surgida por las acciones que tuvo en un fondo «offshore».

«Es valioso que esa información sea pública», consideró Walker, quien explicó que la base de datos es solo una parte de la extensa investigación, en la que se incluyen correos electrónicos, números de teléfono y pasaportes que no serán publicados por el ICIJ por contener información personal.

En medio de la expectación, el bufete Mossack Fonseca pidió el jueves al consorcio periodístico que no publique su base de datos.

«Hemos enviado el día de hoy una carta de ‘cease and desist’ (requerimiento de cese) al Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación de cara a su anuncio de liberar el 9 de mayo la información extraída de nuestra base de datos», indicó el jueves la firma panameña en un comunicado.

Los llamados Papeles de Panamá son la mayor filtración de la historia del periodismo en términos de volumen: sus 11,5 millones de documentos superan con creces los 1,7 millones de archivos que el exanalista de la CIA Edward Snowden divulgó en 2013 sobre el espionaje a nivel global de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) estadounidense.

Los 2,6 terabytes de archivos del bufete Mossack Fonseca también eclipsan los 1,7 gigabytes que ocupaban los documentos diplomáticos y militares clasificados de Estados Unidos que el soldado Bradley Manning facilitó en 2010 al portal WikiLeaks.