El demandante, un músico llamado Andy Stone, dice que coescribió y grabó una canción festiva del mismo nombre en 1989 y nunca autorizó su uso.
En la demanda presentada el viernes en Luisiana, Stone alega que Carey y su coguionista Walter Afanasieff «participaron a sabiendas, deliberada e intencionalmente en una campaña para infringir» sus derechos de autor.
El demandante reclama daños y perjuicios por 20 millones de dólares por supuestas pérdidas financieras.
La canción de Carey es uno de los sencillos musicales más exitosos de todos los tiempos, encabezando las listas en más de una veintena de países, especialmente en las fiestas de Navidad.