Para desarrollar las acciones de prevención, respuesta y mitigación, el pasado 18 de noviembre el ejecutivo decretó el Estado de Excepción en 17 de las 24 provincias del país, que comprenden todas las jurisdicciones del Litoral y las localidades ubicadas en las estribaciones de la cordillera occidental de Los Andes.
La medida extraordinaria se extendió por 60 días que se cumplieron este lunes 18 de enero, lo que permitió al gobierno durante ese lapso movilizar recursos de emergencia para atender los requerimientos de las poblaciones que han registrado inconvenientes con las primeras lluvias de la temporada.
Durante el Estado de Excepción, el gobierno inauguró cuatro de los seis megaproyectos hídricos, que estuvieron postergados por más de cuatro décadas. El proyecto multipropósito Chone, situado en la zona norte de la provincia costera de Manabí, se inauguró el 23 de noviembre. El pasado 22 de diciembre se dio apertura oficial al proyecto Dauvín (Daule-Vinces) que beneficia a las provincias de Guayas y Los Ríos.
Y desde este 12 de enero entraron a operar los megaproyectos Cañar y Naranjal, que permiten controlar los cauces de los ríos del mismo nombre, que afectaban a la zona sur de las provincias del Guayas y Cañar.
El Estado invirtió cerca de 1.000 millones de dólares en la construcción de los seis megaproyectos hídricos, que permitirán brindar riego a más de 200.000 hectáreas y controlar inundaciones en otras 145.000 hectáreas. Con estas obras, el gobierno construyó el 70% de la infraestructura hídrica de toda su historia.
El presidente Rafael Correa ha manifestado en varias ocasiones que con la nueva infraestructura hídrica Ecuador está mejor preparado que en otros años para enfrentar los estragos de El Niño, fenómeno que golpeó con fuerza a esta nación suramericana en 1982 y 1998.
“El país puede estar seguro de que se está actuando con seguridad y mucha coordinación y que estamos muchísimo mejor preparados que en años anteriores, que se han tomado todas las acciones, se han estudiado los fenómenos de El Niño del 82 y 98; sabemos las zonas inundables y en muchos de esos lugares hemos construido megaproyectos e infraestructura para evitar inundaciones”, declaró en noviembre pasado el presidente Correa en Guayaquil durante un conversatorio con periodistas.
De igual manera, el gobierno desarrolló institucionalidad, como la creación de la Secretaría de Gestión de Riesgos (SGR), que ahora coordina todas las acciones de respuesta que antes estaban a cargo de una entidad denominada Defensa Civil, dependiente de las Fuerzas Armadas, pero que no contaba con los recursos ni logística adecuada para este fin.
La SGR elaboró un mapa de riesgos de todos los cantones del país, que es una herramienta para que los gobiernos seccionales tomen medidas de prevención ante desastres como inundaciones y deslizamientos de tierra.
También desarrolla encuentros con los comités de operaciones de emergencia (COE) cantonales para coordinar acciones de respuesta en caso de presentarse afectaciones como consecuencia de las lluvias. Este lunes los funcionarios de la SNR estuvieron en la ciudad de Esmeraldas (Litoral norte) y en Babahoyo (Los Ríos) para mantener reuniones de trabajo con las autoridades locales.
Felipe Bazán, viceministro de Gestión de Riesgos, expuso que en Esmeraldas están activados 19 albergues y de igual manera están listos otros sitios de refugio en las zonas consideradas inundables de las provincias de la Costa.
Los ministerios de Agricultura, de Obras Públicas, Vivienda, Educación, de Inclusión Económica y Social, entre otros, también ejecutan planes y tienen listos programas de atención para atender a la población asentada en las zonas consideradas de riesgo.
Hasta la fecha, el fenómeno El Niño no ha generado mayores estragos, pese a que la temperatura del océano Pacífico está por encima de los niveles normales para la época. El Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi) ha asociado las últimas precipitaciones con la temporada lluviosa propia de estos meses.
Por el momento, las autoridades no se han pronunciado si se volverá a decretar un nuevo periodo de excepción.
El fenómeno El Niño es un evento global caracterizado, en el caso de Ecuador, por fuertes lluvias que provocan graves inundaciones, con la consecuente afectación a vidas humanas y las actividades agropecuarias.