En los últimos años, Ecuador se ha convertido en el cuarto país de destino del capital chino. Y es que, de acuerdo a Coface, empresa de seguros de crédito en América Latina, los préstamos que el país asiático ha proporcionado entre los años 2005-2015 fueron sustanciales en términos de Producto Bruto Interno (PBI) llegando a un 15 %.

Sin embargo, esta realidad es compartida por la mayoría de las economías de Latinoamérica. Pues China ha expandido su presencia internacional a través de otros canales alternos al comercio, y ha incrementado especialmente su presencia financiera en Latinoamérica y en África, dos regiones donde frecuentemente los países tienen dificultades para acceder al financiamiento externo.

Un punto común para que sean más factibles los créditos del país asiático a Latinoamérica es que la región tiene una gran necesidad de desarrollarse, principalmente en sus infraestructuras, dice el informe. Sin embargo, en el estudio de Coface se señala que «estos préstamos no son totalmente transparentes y las condiciones y cláusulas de los acuerdos no son totalmente claras».

De acuerdo a la Inter-American Dialogue, para el periodo 2005 – 2015, China prestó 125 000 millones (aproximadamente el 2,5 % PIB interno) a países y empresas latinoamericanas. Instituciones públicas como Bank of China, China Ex-Im Bank y el China Development Bank fueron los principales suministradores.

Los préstamos, según señala el informe, no se encontraban al mismo nivel durante todos esos años. En 2005 estos fueron solo de 300 millones, pero en 2010 alcanzó su volumen más alto en 35 700 millones y al término del 2015 a 29 200 millones, recursos que han sido asignados a una variedad de proyectos de infraestructura y los prestatarios fueron principalmente países con un acceso muy limitado a los mercados capitales globales, como Venezuela que es el principal destino del capital chino, así como Brasil, Argentina y Ecuador.

«Brasil es el segundo más importante receptor de capital chino, a pesar de que su acceso a los mercados extranjeros no es difícil en comparación a los países anteriormente mencionados. Además, 22 000 millones no es tan significativo si se compara con el total de la economía brasileña, el cual equivale al 1 % del total del PBI estimado para 2015. En cambio, los préstamos que China ha proporcionado entre los años 2005 – 2015 fueron sustanciales en términos de PBI para Venezuela (49 % del PBI aproximado para el 2015), Ecuador (15 %), Jamaica (15 %) y Trinidad y Tobago (9 %)», afirma el documento.

Además, el documento enfatiza que el sector energético recibió el 56% de los recursos chinos, seguido del segmento de infraestructura con el 32 %, otros con el 11 % mientas que la minería recibió 1 %.

Sin embargo, China aún está lejos de ser la principal Fuente de Inversión Extranjera Directa (IED) y representa aproximadamente el 6 % del IED total de la región. «Actualmente, Holanda es el mayor inversionista individual de la región, considerando el 20 % de todas las entradas atribuibles en 2014, seguido por los Estados Unidos, que representan el 17 % para el mismo año», afirma el informe, que además dice que las entradas de los recursos IDE de China para Latinoamérica se han incrementado rápidamente durante los últimos años, siguiendo de forma efectiva los patrones de las importaciones chinas en la región.

«Estas inversiones principalmente se realizaron para expandir la explotación de los productos básicos como soya, hierro, minerales e hidrocarburos. Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (ECLAC), esta región recibió aproximadamente 10 000 millones por año en IDE de China entre los años 2010 y 2013, y 368 millones entre 1990 – 2009. Brasil recibió 56 % del total de inversiones durante el periodo 2010-2013, seguido por Perú (16 %) y Argentina (15 %). China se convirtió en el socio comercial más grande de Brasil y el principal destino de la IDE de China en la región», destaca.

160315_INFORME_AcuerdosChinaLATAM