Venados, zorros pamperos, osos perezosos, murciélagos, iguanas y más de un centenar de variedades de aves, entre las que se destaca la colaespina cabecinegruzca, conocida por los habitantes de las zonas aledañas como la ‘monja’, por su plumaje blanco y negro, son algunas de las especies que se encuentran en el extenso bosque fronterizo de la provincia de El Oro y el Departamento de Tumbes en Perú.

“Esta característica la convierte en área única. Su patrimonio principal es el bosque seco y el manglar, hogar de cientos de especies de fauna y flora, por ello se busca la declaratoria como reserva de biósfera binacional”, dijo Mayra Estrella, técnica del Ministerio del Ambiente (MAE).

El bosque seco que comparten los cantones Huaquillas, Arenillas y Santa Rosa sirve de barrera natural e impide que el desierto tumbesino se extienda desde el Perú hacia el Ecuador. En 2014, la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) declaró a este sector Reserva de Biosfera Bosque Seco del Ecuador; el área comprende los cantones Paltas, Celica, Pindal, Puyango, Zapotillo, Macará y Sozoranga, de Loja, y Las Lajas en El Oro. Juntos, el bosque de Ecuador y del noroeste del Perú tienen una extensión total de 741.033 hectáreas (ha).

Ecuador y Perú apuntan ahora a una propuesta para que la Reserva de Biosfera Binacional se extienda a más de 1’700.000 ha, lo cual abarcaría además a las provincias peruanas de Sullana y Talara y los cantones ecuatorianos Arenillas, Santa Rosa y Huaquillas. Esta nueva propuesta obedece a la necesidad de incluir también al ecosistema de manglar y humedales existentes, explicó la técnica del MAE.

Y es que solo en El Oro esta reserva constituye un patrimonio biológico para la conservación de las especies. Por sus características, alberga especies de flora y fauna endémicas (es decir exclusivas de este ecosistema), varias de ellas amenazadas y en peligro de extinción local y global. Por ejemplo, tiene 123 especies de aves y de ellas 55 (30%) son endémicas.

El guardaparques Omar Aguilar indicó en un recorrido por la reserva ecológica Arenillas, que el bosque fronterizo también guarda la zona de manglar más grande de Ecuador (2.800 ha), ecosistema protegido por diferentes convenios internacionales, pues sirve de refugio y zona de reproducción a una gran variedad de especies de aves residentes y migratorias así como especies de agua dulce y salada de importancia económica y ecológica.

“Para todo puede existir frontera, menos para el ecosistema. Los ministros del ambiente de ambos países han sido enfáticos al decir que no solo conseguirán la declaratoria, sino que trabajarán con las comunidades de la zona fronteriza”, dijo Paola Inga, Directora del Plan Binacional.

Ella explicó que los delegados de ambos países coinciden en la necesidad de ordenar el territorio y plantear estrategias de conservación y uso sostenible de carácter binacional transfronterizo, considerando las reservas existentes en la frontera entre los dos países.