Por estos días los electores están recibiendo un verdadero ‘bombardeo’ de información a través de redes como Facebook, Twitter, Instagram y WhatsApp, entre otras.
Memes, spots publicitarios, caricaturas y hasta videos de los principales promotores —como el presidente Juan Manuel Santos por el Sí y el expresidente Álvaro Uribe por el No— llegan todo el tiempo a los teléfonos móviles y a las computadoras de los usuarios para tratar de convencer a los indecisos y cambiar la opinión de quienes ya tienen decidido su voto.
Algunos expertos, como Víctor Solano, creen sin embargo que muchos de los mensajes confunden y no dan información relevante y calificada a los ciudadanos.
“Estamos pasando de de una plaza pública a una plaza virtual y es allí en donde ahora se dan las arengas. Con la implicación mayor de que estas se multiplican y una mentira repetida mil veces corre el riesgo de convertirse en verdad. Ese es el problema cuando no hay el criterio suficiente en segmentos de la población para interpretar los contenidos que le llegan”, sostiene Solano.
Otros analistas de los fenómenos sociales en redes sociales como el Sociólogo de la Universidad Nacional de Colombia, Fabián Sanabria, advierten que el abuso de las campañas en redes sociales se presta para confundir en vez de dar claridad a los usuarios sobre la importancia del mecanismo de consulta popular.
“Y se multiplican geométricamente las mentiras, los engaños, los chismes, las calumnias de uno y otro bando. Pero, desgraciadamente, esas son las reglas del juego implícitas. Ahora bien, lo que sí sé es que la gente también empieza a medir lo que se está diciendo para ganar a todo precio de uno u otro lado”, le dijo Sanabria a CNN en Español.
Víctor Solano va más allá y advierte: «Lamentablemente estamos acudiendo a un enfrentamiento en el que, por supuesto también hay ideas, hay legitimidad en todas las posiciones, pero sin embargo se ha caído en la práctica de guerra sucia”.
Uno de los temas más complejos de esta jornada electoral es que muchos colombianos van a ir a las urnas sin conocer a fondo el contenido de los acuerdos. “Hay mucha emocionalidad, poca razón. Y no me imagino cuánta gente habrá leído las 297 páginas de los acuerdos”, nos comentó el sociólogo Fabián Sanabria al tiempo que lamentaba la falta de fuentes confiables para que los votantes entiendan lo firmado entre el presidente Juan Manuel Santos y el jefe de las FARC, alias ‘Timochenko’ el pasado 26 de septiembre en la ciudad de Cartagena.
En todo caso gran parte de los ciudadanos en este país aún se informan por los medios tradicionales de radio, prensa escrita y televisión. Y allí también han podido confrontar el contenido del acuerdo de paz. Lo cierto es que fue una campaña muy corta para una decisión tan trascendental, aunque el proceso en La Habana haya durado cerca de 4 años.
Solo en el último mes se conoció en su totalidad el texto final de los 6 puntos acordados en la agenda: Desarrollo rural integral, participación en política de guerrilleros, erradicación de cultivos ilícitos, aplicación de justicia transicional, verdad y reparación para las víctimas, fin del conflicto y el de implementación de los acuerdos que incluye la dejación de las armas.
En las urnas se sabrá el impacto que tuvieron las redes sociales, los medios tradicionales y las campañas publicitarias entre los votantes cuando los colombianos decidan si respaldan o no el proceso de paz que podría poner fin al conflicto armado de más de 52 años en Colombia.