El año pasado fallecieron 322 personas y se registraron alrededor de 36.000 casos, según cifras oficiales del ministerio.
Un hecho que se agrava con el inicio de la actual temporada de lluvias que suele disparar las cifras.
El origen del cólera en la isla, hace más de cinco años, estuvo en un contingente de «cascos azules» nepalíes desplegados en el país, una conclusión a la que llegaron científicos internacionales en varios informes, pero que no ha sido asumida oficialmente por la ONU.
Mario Joseph, representante de Bufete de Abogados Internacionales (BAI) en Haití, una de las organizaciones de derechos humanos y otros grupos legales que han apoyado a las víctimas del cólera, reiteró hoy en declaraciones a EFE que son las «Naciones Unidas quienes introducen el cólera en el país a través de sus soldados en 2010».
«Ellos tienen que pedir disculpas al país. Nosotros estamos luchando para nuestros clientes para que se haga justicia y haya reparación para ellos», agrega Joseph.
Además asevera que las Naciones Unidas «dicen que tienen inmunidad pero eso no significa impunidad, nosotros lucharemos hasta satisfacer a las víctimas».
«Las Naciones Unidas dicen que ellos están aquí para ayudar son ellos quienes empeoran la situación de los más vulnerables. Ellos no hacen suficiente para ayudar a mejorar la situación sanitaria del país», según Joseph, quien lleva desde 2011 trabajando por las víctimas del cólera.
Las zonas más afectadas son los suburbios de Puerto Príncipe y las regiones de Artibonite, norte de Haití, y la zona central del país.
Para Donald Francois, coordinador de la unidad de la lucha contra el cólera, en el MSPP, «detener el cólera es una lucha a largo plazo».
«Ahora estamos en fase de control de la epidemia y de sensibilización, algo difícil en época de lluvia. Tenemos que construir un mejor sistema sanitario y ayudar a la gente en situación de necesidad urgente», según explica al diario Le National de Haití.
De acuerdo a Francois, el país tiene diseñado un plan para erradicar el cólera hasta el año 2022 en todo el territorio nacional.
Un plan de 2012 que sólo tiene financiado alrededor de un 15 por ciento del mismo, según han revelado distintas ONG.
«Pero tenemos que seguir trabajando para hacer ese plan una realidad. Es un plan que tenemos en patente a grupos internacionales y colaboradores del ministerio de la salud pública», indica.
En un acto celebrado en octubre pasado ante la sede de la Misión de Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (Minustah), en Puerto Príncipe, víctimas del cólera entregaron cartas personales dirigidas al Consejo de Seguridad de la ONU.
La falta de servicios médicos en el interior del país y en zonas alejadas de núcleos urbanos, así como la escasez de agua potable -sólo alrededor de un 40 por ciento tiene acceso a ella- favorecen la propagación del cólera que no parece que va a parar de causar víctimas en los próximos meses o años.
Para agravar aún más la situación, se une el hecho de que en Haití hay cada vez menos ONG presentes que trabajan en el país y menos recursos estatales para responder a tanta necesidad.