El Metro de Quito puede asegurar que el paso por el Centro Histórico ha sido ampliamente estudiado, entre 11 distintas alternativas en función de las características geotécnicas del lugar, la demanda de pasajeros, la distancia a lugares de interés y posibles afectaciones a sitio patrimoniales.
Tras este análisis se definió que la Plaza de San Francisco es el sitio idóneo para construir una estación que contribuirá a resolver los problemas de movilidad, vibraciones, deterioro de edificaciones y congestión vehicular del casco histórico. Esta propuesta, también, fue analizada y avalada por la UNESCO, que considera la construcción de Metro de Quito como la solución a los citados problemas de la zona.
Esta información y otras dudas de la población han sido despejadas durante la campaña informativa puerta a puerta, que lleva adelante Metro de Quito en el Centro Histórico y las otras zonas de la ciudad que serán intervenidas en primera instancia. En este proceso, el equipo de promotores ha tocada 223 puertas, que pertenecen a 60 familias y 163 negocios del área de influencia directa.
La ocupación de la casa de la calle Benalcázar y Sucre por el Metro de Quito fue debidamente notificada a los arrendatarios. El plazo de desalojo venció el 15 de enero pasado.
Intervención en el Centro Histórico
El inicio de obras por la construcción del Metro de Quito en el Centro Histórico no contempla el derrocamiento de ningún predio en este sector. La casa ubicada en la esquina de las calles Benalcázar y Sucre, es parte de los predios liberados que deben entregarse al Consorcio constructor como parte de los compromisos adquiridos por Metro de Quito.
En este predio se ubicará la boca de acceso a la estación subterránea, por la que circularán 40.074 personas diariamente, de acuerdo a los estudios de movilidad realizados.
Fiel a su principio de buena vecindad Metro de Quito y la Administración Zonal Manuela Sáenz han trabajado en conjunto para comunicar, con la debida anticipación, a los comerciantes que ante el inicio de las intervenciones en el Centro Histórico deben desalojar los locales que ocupan.
Este predio, que pertenecía en su totalidad a Banco Pichincha fue expropiado en junio de 2013 en el marco de la normativa vigente y se procedió de inmediato a comunicar a los arrendatarios.
Desde entonces se ha enviado las debidas notificaciones a los arrendatarios para que desocupen estas instalaciones. El último recordatorio los recibieron a fines del año 2015 y su último plazo venció el 15 de enero de 2016.
En la actualidad, de los 11 negocios que ocupaban la casa, nueve están reubicados en distintos lugares del Centro Histórico, que faciliten la continuidad de sus actividades comerciales.