En medio de un régimen de excepción que restringe las libertades individuales, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, anunció la inauguración de una megacárcel que tendrá la capacidad de albergar a miles de reclusos en el contexto de lo que el gobierno salvadoreño califica como una «guerra» contra el crimen iniciada en marzo de 2022.
Este recinto penitenciario «tendrá espacio para 40.000 delincuentes, quienes estarán incomunicados del mundo exterior», afirmó Bukele previamente en un mensaje publicado en Twitter en julio, aunque se cree que la capacidad del enorme edificio sería mayor.
Según información del gobierno el complejo, construido en una zona rural cerca de Tecoluca, unos 74 kilómetros al sureste de la capital San Salvador, será custodiado por más de 600 funcionarios de las Fuerzas Armadas y 250 de la Policía Nacional Civil.
El ministro salvadoreño de Obras Públicas, Romeo Rodríguez, dijo que esta sería «la cárcel más grande de toda América» y que sería «imposible que salga un reo» del recinto.
Esta cárcel está ubicada en una extensión de 116 hectáreas, de las cuáles 23 pertenecen a edificios de la prisión. Debido a la cantidad de presos que puede albergar, varios medios internacionales han señalado que se trata de la «prisión más grande del mundo».
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