El premio de cuento, en el que concursó la cifra récord de 221 obras, según los organizadores del premio, lo ganó «Ni una sola voz en el cielo», del argentino Ariel Urquiza.
El jurado destacó «el demostrado talento narrativo, en historias que van desde Buenos Aires hasta México D.F., teniendo en cuenta el habla y las atmósferas de cada lugar, con gran virtuosismo en los diálogos y argumentos que abordan algunos de los problemas más acuciantes del presente de la América Latina».
Además reconoció en el libro de Urquiza la «sólida unidad» y su «gran complejidad narrativa».
El ecuatoriano Diego Falconí Trávez fue el ganador del premio Casa al mejor «Ensayo de tema artístico-literario», con «De las cenizas al texto. Literaturas andinas de las disidencias sexuales en el siglo XX».
Los jueces encargados de la elección valoraron «la relevancia de su contribución a las discusiones teóricas sobre sexualidad y poder y por su particularización de estas discusiones en la lúcida lectura de los textos literarios».
Entre 130 obras presentadas a competencia en la categoría teatro conquistó el premio la obra «Si esto es una tragedia yo soy una bicicleta», de la cubana Legna Rodríguez Iglesias.
La decisión tuvo en cuenta sus «valores literarios, una consistente construcción de personajes, un tratamiento con gran poesía y dignidad del tema del amor, la enfermedad y la muerte, que conforma un poema teatral, abierto, con imágenes y metáforas que generan un efecto de fascinación».
El premio de estudios sobre Culturas Originarias de América fue para el libro «Mingas de la palabra. Textualidades oralitegráficas y visiones de cabeza en las oralituras y literaturas indígenas contemporáneas», del colombiano Miguel Rocha Vivas.
En literatura brasileña, Cristian Santos ganó con «Devotos e Devassos. Representação dos padres e beatas na literatura anticlerical brasileira», considerado un estudio «innovador» de la literatura anticlerical del naturalismo brasileño y una revisión «histórica minuciosa» de la temática anticlerical.
En la literatura caribeña en francés o creol, el trabajo premiado fue «Le Bataillon créole (Guerre de 1914-1918)», de Raphael Confiant, de la isla Martinica.
En los galardones honoríficos, el premio de poesía José Lezama Lima correspondió a «Verdad posible», del mexicano Eduardo Langagne; el de ensayo Ezequiel Martínez Estrada fue para «Cuando lo nuevo conquistó América. Prensa, moda y literatura en el siglo XIX», del argentino Víctor Goldgel, y el de narrativa José María Arguedas lo ganó el uruguayo Fernando Butazzoni, con «Las cenizas del cóndor».
El concurso recibió un total de 450 obras en competencia y como invitado especial de la cita literaria participó el expresidente y senador uruguayo José Mujica, quien reunió a un numeroso público en una conferencia en la que defendió recuperar los valores culturales y frente a la acumulación capitalista.
El programa de actividades culturales del concurso abarcó la presentación de los libros ganadores de la edición 2015 y otras publicaciones de la Casa, conferencias y una exposición homenaje al historietista argentino «Quino».