Las protestas sacudieron Caracas el sábado, cuando activistas a favor y en contra del gobierno de Nicolás Maduro salieron a la calle.

Dirigiéndose a la nación el viernes, Maduro declaró un «estado constitucional de emergencia… para atender a nuestro país y, lo más importante, para prepararse para denunciar, neutralizar y superar las agresiones externas y extranjeras en contra de nuestro país».

 También ha informado que el fin de semana próximo tendrán lugar ejercicios militares para prepararse para «cualquier escenario», incluyendo una invasión extranjera.

Pero mientras algunos se manifiestan en apoyo a las medidas del gobierno para contener la emergencia económica, que se espera que se extiendan hasta julio, otros no son tan pacientes.

La población en todo el país carece de acceso a alimentos y atención médica básica. A veces, ni siquiera pueden encender las luces: el gobierno dice que la sequía extrema ha obstaculizado la capacidad hidroeléctrica del país. Además, existe una inflación acelerada que ha aniquilado los salarios y una criminalidad rampante.

Todo esto lleva a la ira generalizada, que culmina en protestas como las del fin de semana, así como en brotes de saqueos y violencia.

¿Los últimos días de Maduro?

Las protestas van en aumento y una encuesta clave muestra que casi el 70% de los venezolanos dicen ahora que Maduro debe dejar el poder este año.

La oposición, que ganó el control de la Asamblea Nacional en diciembre, está impulsando un referendo revocatorio en su contra.

Maduro es el heredero del presidente populista Hugo Chávez, que murió de cáncer en 2013. Desde que accedió al poder en 1999, Chávez puso en práctica un modelo económico fuertemente estatista, gracias a los ingresos procedentes del petróleo.

Pero Maduro carece de la popularidad de su predecesor y, sobre todo, de los altos precios del petróleo que financian muchos de sus programas sociales. Esta combinación ha dado lugar a una insatisfacción generalizada con respecto al gobierno del exconductor de autobuses.

Precios del petróleo e inflación

Los precios del petróleo –que fueron la piedra angular de la economía de Venezuela y la fuente de financiación de muchos programas sociales- han caído en picado, dejando a Venezuela en una difícil situación financiera que ha dado lugar a una escasez crónica de bienes, medicinas y energía, todo lo cual contribuye a la inestabilidad política generalizada.

Maduro amenazó el sábado con apoderarse de fábricas ociosas Venezuela y encarcelar a sus propietarios, en virtud de un decreto que le otorgó poderes ampliados para hacer frente a la aguda crisis económica del país.

La economía de Venezuela se contrajo un 5,7% en 2015 y se espera que se contraiga un 8% adicional este año, según el Fondo Monetario Internacional. La inflación se ha disparado, con previsión de tasas anuales rondando el rango del 700%, de acuerdo con las proyecciones del FMI.

El bolívar, la moneda del país, vale menos que un centavo de dólar en el mercado negro.

Y los problemas económicos del país no parece que se verán resueltos en el corto plazo. El vicepresidente Aristóbulo Istúriz anunció en abril que habrá tres días por semana de licencia obligatoria para todos los trabajadores públicos no esenciales hasta nuevo aviso, lo que significa una semana de trabajo de dos días para miles de funcionarios públicos.

Productos básicos

El gobierno -carente de dinero- no puede pagar las importaciones de productos básicos como azúcar, harina y huevos. Muchos venezolanos esperan varias horas en las filas afuera de los supermercados, esperando que los estantes no se vacíen para cuando lleguen.

Los informes de saqueo de alimentos básicos como sal, champú, pollo o incluso ropa interior, se registran en todo el país, mientras las tiendas vacías y el aumento de los precios en el mercado negro son un indicador de la desesperación que viven muchos venezolanos

Energía

Los cortes de energía no son nada nuevo para los venezolanos. Sin embargo, con el reciente anuncio del gobierno de un programa formal de apagones establecido para al menos 40 días, las cosas solo han empeorado, según los venezolanos.

Maduro y otros funcionarios del gobierno atribuyen al fenómeno climático de El Niño en problema de la sequía épica. El nivel del agua en la presa hidroeléctrica de Guri, que produce el 75% de la electricidad de Venezuela, está en un mínimo histórico. Figuras de la oposición culpan a la mala administración y a la corrupción de los problemas.

Cuidado de la salud

De acuerdo con la Federación Farmacéutica de Venezuela, el país carece de más o menos el 80% de los suministros médicos básicos necesarios para el tratamiento de su población.

Y esto está teniendo un efecto enorme en la población. El racionamiento de los medicamentos provoca que incluso productos básicos, como los analgésicos, sean difíciles de conseguir.

Algunos trabajadores del hospital creen que los medicamentos están siendo robados de sus instalaciones para ser vendidos en el mercado negro.