Según el Pew Research, al menos el 15% de los adultos estadounidenses encuestados usan aplicaciones para contratar servicios de transportes a diario o semanalmente; alrededor de dos tercios de esos usuarios son propietarios de vehículos.
“Aunque esto significa que la mayoría de los usuarios frecuentes conducen o poseen un auto, ellos son menos propensos a tener o manejar un auto que los usuarios ocasionales de estas aplicaciones o que los que nunca los usan”, dice el informe del Pew Research Center.
Las personas no solamente se están transportando a través de los servicios que ofrecen estas aplicaciones. Los estadounidenses son menos dependientes de los vehículos personales y están usando una amplia gama de opciones de transporte en vez de conducir, como el transporte público, caminar o ir en bicicleta o incluso usar el servicio tradicional de taxis.
“Esta tendencia lleva consigo un gran componente geográfico: para los estadounidenses que viven lejos de los centros urbanos, un vehículo personal es la única manera en la que pueden transportarse de un lugar a otro. Pero para otros las aplicaciones para contratar servicios son sólo un elemento entre muchas opciones de transporte que pueden ayudar a reducir la dependencia de los usuarios de tener vehículos personales”, dice el informe.
“Cuando las personas tienen más alternativas que poseer un vehículo, creemos que son más propensas a entregar las llaves y dejar de tener un carro por completo”, dijo Uber en su página web al comentar este informe.
Otro aspecto que resalta el informe es que el 68% de los usuarios de servicios de transporte compartidos creen que estos son más baratos que tomar un taxi, mientras que el 12% de los encuestados creen que no es así.
Así mismo el 54% de las personas que hicieron parte de este estudio creen que contratar los servicios de transportes a través aplicación “es una buena opción para quienes tiene problemas para tomar taxis” y el 50% opinó que estos prestan el servicio a donde los taxis no van.
El Pew Research Center entrevistó a 4.787 adultos estadounidenses para estudiar el impacto de la economía compartida y la economía por demanda para estudiar el impacto en la población de las plataformas tecnológicas que ofrecen productos y servicios en Estados Unidos.