ste cambio positivo de matices y de actitud se observa con la presencia constante de la Policía Nacional, sobre todo durante las noches y de manera particular los jueves, viernes y sábados, días en los que el movimiento bohemio aumenta. La presencia policial se respalda en las estadísticas, que en los últimos meses son las que muestran el cambio y mejora en la seguridad.
Según el coronel Fausto Salinas, comandante del distrito Eugenio Espejo, desde hace tres meses, la Policía Nacional estrenó un plan de integración entre la comunidad y las autoridades, con el fin de cambiarle de rostro a una de las zonas más emblemáticas del turismo de la capital.
Para ello se cambiaron y reforzaron algunas estrategias de seguridad en las mañanas, para evitar los robos a entidades financieras y locales comerciales y, en la noche para disminuir el robo a personas en la zona turística. En el año 2015 se realizaron 1.285 custodias de valores, ya que el circuito La Mariscal engloba importantes instituciones financieras tanto privadas como públicas y locales comerciales.
Durante los últimos dos meses y a partir de las estrategias aplicadas en La Mariscal, se detuvo a dos importantes bandas que intentaron asaltar dos instituciones privadas. La primera el 15 de diciembre, cuando se detuvo a cuatro personas, dos de ellas con antecedentes y que intentaron robar un importante local de comida rápida. En su poder se les halló dos cuchillos y un arma de fuego.
La otra banda desarticulada fue la integrada por tres personas por tenencia ilegal de armas de fuego y quienes por investigaciones de los agentes de Inteligencia planeaban asaltar las instalaciones de Aneta, el 3 de enero pasado.
En la noche, las estrategias cambian y se aumenta el patrullaje preventivo por parte del Grupo de Operaciones Motorizadas (GOM), la Policía Comunitaria, la Policía de Turismo y el Centro Regional de Adiestramiento Canino (CRAC).
Salinas contó que se aumentaron 30 agentes policiales de la última promoción para reforzar los patrullajes a pie. Luego del Eslabón 81, en diciembre pasado, mediante el cual se detuvo a más de 30 expendedores de droga, el siguiente paso fue la ocupación de lo puntos críticos de venta de narcóticos y de robo a personas.
Luego, la recuperación de inmuebles abandonados que estaban siendo utilizados como ‘guaridas’ de personas toxicómanas y posibles delincuentes. Además del levantamiento de perfiles de sospechosos semanalmente, para transmitir la información de nombres, número de cédula y antecedentes a las unidades investigativas.
Para el mayor Carlos Ortega, jefe del circuito La Mariscal, las estadísticas respaldan el trabajo realizado en las últimas semanas, donde el robo a personas se redujo en un 13 %, el robo a domicilio en un 14 % y el robo a vehículos en un 5 %. Hubo cero homicidios, cifra que hay que destacar en una zona donde las mafias ganaban terreno.
Ortega también destacó la unión que ahora hay entre comunidad y su Policía, además de la confianza que brinda esta. “Ahora podemos ver que la gente se acerca con toda confianza a preguntar qué puede hacer si es víctima de un delito, o preguntar sobre algún servicio en particular. Vemos a extranjeros que vienen con sus pequeños hijos preguntando dónde pueden servirse algo y nosotros les indicamos, ese es nuestro trabajo”.
Juan Baquerizo, propietario de un negocio de comidas en la Foch y Juan León Mera, contó que desde hace tres meses la situación de inseguridad cambió en La Mariscal. “Llevamos una hoja de ruta y un plan estratégico donde los resultados son evidentes, pero destaco los puentes de comunicación con la Policía Nacional, ahora tenemos un contacto directo con ellos”.
Baquerizo mostró su conformidad con la nueva Unidad de Policía Comunitaria que está por estrenarse, esto mejorará el poder de comunicar cualquier evento y así los agentes puedan actuar de una manera oportuna y con justicia. “Podemos ver ahora a extranjeros que llevan sus computadoras portátiles y que se sientan en alguna mesa, sin el peligro de que se la roben”, añadió.
La lucha es constante dicen los agentes de las Brigadas Antidelincuenciales (BAC), quienes también operan en la zona desmantelando bandas. Ellos trabajan desde la clandestinidad y lejos de los uniformes policiales tienen una mejor visión de los microtraficantes. Ellos mutan sus actividades ilícitas utilizando mujeres embarazadas o niños. El año pasado entregamos a cinco menores a la Dirección Nacional de Policía Especializada para Niños, Niñas y Adolescentes (Dinapen), por ejemplo, indicaron los agentes.
Todos los agentes tienen la consigna de recuperar y limpiar La Mariscal y transformarla ya no en una zona rosa, mucho menos roja, sino blanca, como símbolo de que con esfuerzo entre comunidad, Policía y autoridades, el cambio es posible. “El 2016 será el año de la soberanía ciudadana, esa es la consigna”, apuntaron los uniformados.