La Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) llamó hoy a intensificar el control de las poblaciones de mosquitos en las zonas afectadas por el virus del zika.

El director general de esa agencia con sede en Roma, José Graziano da Silva, subrayó en un comunicado la necesidad de coordinar los esfuerzos internacionales para minimizar la amenaza del zika y reducir el riesgo de propagación a nivel internacional.

Como organización especializada en ámbitos como la salud animal y el control de plagas, la FAO «puede ayudar a los países afectados con intervenciones específicas», indicó el responsable.

Una medida fundamental de prevención, aseguró, consiste en intensificar el control de las poblaciones de mosquitos «Aedes» en las zonas afectadas y en aquellas en riesgo.

Esto se puede lograr eliminando las aguas estancadas que los mosquitos usan para reproducirse en estanques y otras zonas, por lo que Da Silva instó a ayudar a las comunidades afectadas en esa tarea.

También pidió que los contenedores que utilizan los animales para beber se vacíen y frieguen semanalmente.

Si es necesario el uso intensivo de insecticidas u otros químicos potencialmente peligrosos, la FAO recomendó hacerlo con «gran cuidado» para evitar cualquier contaminación que pueda afectar a los seres humanos, la cadena alimentaria o el medio ambiente.

La ONU promueve el uso de plaguicidas de alta calidad y su mezcla siguiendo las instrucciones del fabricante, así como planes de preparación.

Además, la FAO ofreció su experiencia en acciones como el análisis de los movimientos y cambios en el hábitat de los mosquitos vectores de cara a la mitigación y la prevención de la enfermedad.

Otra posible solución a largo plazo recogida en la nota es la técnica del insecto estéril, desarrollada por la FAO en conjunto con el Organismo Internacional de la Energía Atómica y que permite esterilizar plagas de insectos machos.

Esta técnica se ha utilizado en las últimas décadas contra plagas como la mosca de la fruta, la mosca tsetsé, los gusanos barrenadores o las polillas, y actualmente se está usando de manera experimental contra mosquitos como el portador del zika, el chikunguña y el dengue.

La Organización Mundial de la Salud declaró el pasado día 1 una emergencia sanitaria de alcance internacional por el aumento de casos de microcefalia en recién nacidos y desórdenes neurológicos en adultos, que se sospecha están relacionados con la propagación del zika.