El especialista explicó que según el más reciente informe del Comité Multisectorial encargado del Estudio Nacional del Fenómeno El Niño (ENFEN) se espera que en enero continúen las lluvias débiles en las regiones norteñas de Tumbes y Piura pero «no se descartan episodios de lluvias moderadas a muy fuertes».
«En lo que resta del verano, entre febrero y marzo, lo más probable es que se produzcan lluvias muy fuertes debido a la estacionalidad y al proceso de El Niño», agregó.
En cuanto a los efectos del fenómeno climático en la región andina, Pérez señaló que se espera que continúe «la deficiencia muy marcada de lluvia».
Al respecto, el ministro de Agricultura y Riego, Juan Manuel Benites, manifestó la necesidad de «no bajar la guardia» frente a la moderación de El Niño en las costas de Perú y recalcó la necesidad de «mantener las medidas de precaución».
El Gobierno peruano ha destinado un presupuesto para la prevención y las acciones de emergencia ante el impacto de El Niño de 893 millones de soles (unos 276 millones de dólares).
El objetivo de esos fondos es reducir de manera significativa el impacto del fenómeno climatológico respecto a los dos episodios más graves acontecidos anteriormente en Perú en los años 1982-1983 y 1997-1998.
Los expertos del Senamhi explican que existe el fenómeno de El Niño Costero, que eleva la temperatura del mar en las zonas cercanas al litoral de Perú y Ecuador, y el Niño del Pacífico Central, que influye en gran parte del planeta y ya ha causado grandes daños e inundaciones en países como Estados Unidos, Paraguay, Argentina y Uruguay.