El Gobierno finlandés calcula que expulsará del país a cerca de 20.000 de las 32.476 personas que solicitaron asilo en 2015. Esta cifra, apuntada a la cadena de televisión local MTV3 por la secretaria del Ministerio de Interior finlandés, Päivi Nerg, supone alrededor del 62 % de todas las solicitudes de asilo recibidas el pasado año, cuando llegaron a Finlandia nueve veces más refugiados que en 2014.
«En estos momentos estimamos que serán expulsados unos 20.000 solicitantes, aunque el número podría variar dependiendo de cuántos quieran regresar a su país voluntariamente», afirmó Nerg.
Hasta la fecha, cerca de 4.000 personas que llegaron a Finlandia en 2015 han retirado su petición de asilo de forma voluntaria, por lo que deberán regresar lo antes posible a sus países de origen.
La funcionaria reconoció que Finlandia ha endurecido los criterios para la concesión de asilo tras la llegada masiva de refugiados, la mayoría procedentes de Irak.
«De todos modos, cada decisión se toma de forma individual. Si la condición de refugiado es genuina o existe realmente necesidad de asistencia internacional, entonces Finlandia concederá el asilo», subrayó Nerg.
En 2014 las autoridades finlandesas denegaron el asilo al 56 % de los 3.651 solicitantes por no cumplir los requisitos contemplados en el derecho internacional.
El Gobierno de la vecina Suecia anunció que prevé expulsar a entre 60 000 y 80 000 personas del total de 163 000 que llegaron al país escandinavo en 2015 pidiendo asilo.