El Movimiento Alianza PAIS (AP) de Ecuador y el Frente Unidos (FU), entre las principales fuerzas políticas de izquierda en esta nación suramericana, expresaron este miércoles el rechazo a la campaña de la derecha brasileña contra la presidenta Dilma Rousseff, el exmandatario Luiz Inácio Lula Da Silva y el Partido de los Trabajadores (PT).

En compañía de militantes, líderes de esa agrupaciones políticas hicieron una declaración conjunta en defensa de la democracia en Brasil ante la prensa nacional e internacional acreditada en esta capital, con la participación de Doris Solís, secretaria general de AP; de Patricio Baquerizo, del FU, y de la embajadora de Venezuela en Ecuador, Carol Delgado.

Solís dijo que el objetivo es “sumar nuestra voz enérgica y militante para respaldar a la presidenta Dilma Rousseff y al ex presidente, líder de Latinoamérica progresista, el compañero Lula Da Silva; al gobierno brasileño legítimamente electo, frente a intentos de desestabilización que está viviendo Brasil en estos momentos».

Expuso que la izquierda latinoamericana es la que más frontalmente ha luchado contra la corrupción y que, en este caso, no se trata de una lucha contra la corrupción sino de mecanismos de desestabilización institucional.

Señaló al pueblo ecuatoriano y latinoamericano que los ataques al gobierno de Rousseff y al PT, en su opinión, son porque los cambios que se han dado en ese país y los giros en las relaciones de poder han ayudado para que más de 36 millones de brasileños salgan de la pobreza.

«Esto es lo que más molesta a las élites en Brasil y toda Latinoamérica», aseveró al exponer que las medidas, políticas públicas y decisiones han afectado las relaciones de poder y los privilegios de los grandes grupos económicos, políticos y mediáticos. Por eso, dijo, intentan instaurar los llamados “golpes blandos” que buscan desconocer la voluntad popular legítimamente expresada en la elección de estos gobiernos progresistas en el continente.

“Dilma Rousseff y Lula que no están solos, las fuerzas progresistas del Ecuador les acompañan, les envían la voz de aliento, la unidad y el compromiso revolucionarios para que estos intentos de frenar un gobierno no puedan progresar», aseveró la secretaria general de AP.

Más muestras de solidaridad con Brasil y con los gobiernos progresistas

Valeria Puga, miembro de la Comisión de Relaciones Internacionales de Alianza PAIS, informó que este año tendrá una nueva edición del Foro de Sao Paulo, previsto para agosto próximo, en el que participará su agrupación política.

Anunció también que en septiembre próximo se desarrollará en Ecuador un nuevo Encuentro Latinoamericano Progresista (ELAP), donde se analizará y se reflexionará en torno a la situación política a nivel regional.

“Nos reuniremos no solamente para analizar el panorama político, sino para reflexionar sobre nuestros procesos, en que están fallando. Es necesario un espíritu de autocrítica”, indicó.

En su opinión, las fuerzas de izquierda no están del lado del poder histórico, que han sido las élites apoyadas por el aparataje mediático, económico y judicial, con los cuales “es muy fácil hacer una campaña de descrédito contra los gobierno progresistas”, y señaló que uno de los grandes problemas de América Latina es el hecho de que los monopolios de la información permanezcan en manos privadas, como ocurre en Brasil.

“La red O Globo es una de las encargadas de la campaña sucia contra Dilma, Lula y el PT, un partido hermano y amigo de nuestra fuerza política”, acotó Puga.

Baquerizo, representante por el FU, anunció nuevas jornadas de lucha en respaldo a los líderes brasileños, mientras la embajadora venezolana anunció una movilización mundial de apoyo al gobierno de Brasil para el 19 de abril.

La diplomática dijo que lo que ocurre en Brasil es la continuación de lo que comenzó hace 17 años Venezuela, donde los poderes fácticos han tratado de “demonizar” a los líderes que protegen los intereses de los pobres, como hicieron con el presidente Hugo Chávez en la búsqueda de la eliminación “simbólica” de quienes están dispuestos a jugársela por los intereses de los excluidos.