El gobernador del estado mexicano de Nuevo León, Jaime Rodríguez, afirmó hoy que en la disputa de bandas rivales en el penal de Topo Chico, que dejó al menos 52 muertos, hubo disparos de parte de un guardia.

«Hubo un disparo o dos disparos. Hicimos la autopsia a uno de los cuerpos», dijo el gobernador en entrevista con Radio Fórmula, quien explicó que se trató de un custodio que disparó a uno de los reos para proteger a un grupo de mujeres que se encontraban en una sección.

En sus primeras declaraciones sobre el motín, el propio gobernador descartó el uso de armas de fuego y negó un intento de fuga. En la riña los reos utilizaron armas punzocortantes, bates y palos, indicó.

Durante el enfrentamiento, varios presos prendieron fuego a las bodegas de víveres y eso afectó a las áreas de dormitorios, señaló.

Hasta el momento se contabilizan al menos 52 muertos, 49 de ellos ya han sido identificados, y doce lesionados, cinco de ellos en estado grave.

La disputa fue protagonizada por dos grupos rivales liderados por Jorge Iván Hernández Cantú, el «Credo» y Juan Pedro Salvador Saldívar Farías, el «Z27», de quienes se desconoce su estado de salud.

Ambos eran miembros del cártel de los Zetas y se disputaban el control interno del penal.

El gobernador confirmó también que hay 36 reos que ya han sido trasladados a otras cárceles, mientras que se espera el movimiento de una cincuentena más de delincuentes.