La ministra de Exteriores de Colombia, María Angela Holguin, se mostró hoy esperanzada de que en 2016 se pueda proclamar el fin del conflicto entre el Gobierno colombiano y la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

«Este es un año importante para la historia de Colombia. Esperamos que 2016 marque el fin de un conflicto armado de más de cincuenta años, el más largo del hemisferio occidental», afirmó Holguin en su intervención ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.

Desde hace tres años el Ejecutivo colombiano y las FARC negocian en La Habana un acuerdo de paz para poner fin a un conflicto que ha desgarrado al país.

La ministra enfatizó que «las negociaciones de paz en La Habana se encuentran en su recta final», dado que sólo les queda un punto por resolver.

«Tras haber logrado avances sin precedentes, de los cinco puntos sustanciales de la agenda del acuerdo general para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera, ya se ha logrado un acuerdo sobre cuatro de ellos».

La canciller subrayó que la firma de los acuerdos de paz «abre una nueva era de paz y de reconciliación, donde el respeto de los derechos de millones de colombianos será primordial».

«Un país sin conflicto significa menos muertos, terminar con el desplazamiento forzado, acabar con el reclutamiento de niños, una mayor presencia estatal en toda la geografía nacional, una mayor inversión en educación, en salud, en vivienda, un mayor bienestar para los colombianos, en especial para los más vulnerables», aseveró.

La canciller dejó claro que la protección de los derechos humanos «es una condición necesaria para la no repetición del conflicto».

Holguin enfatizó que las víctimas «han ocupado un lugar central en esta negociación del acuerdo de paz» y recordó que hasta la fecha el Gobierno colombiano ha reparado a 600.000 de ellas, una acción que ha tenido un costo de 3.300 millones de dólares.

Asimismo, explicó los avances alcanzados en el área de la Justicia, como la condena de 1.143 personas por crímenes graves, o la creación de una Jurisdicción Especial para la Paz.

«Este órgano especial independiente busca beneficiar a quienes abandonen las armas, contribuyan a la reconstrucción de la verdad, reparen a sus víctimas, reconozcan sus delitos, acepten su responsabilidad y garanticen la no repetición de sus conductas criminales».

Finalmente, Holguin dejó claro que «no se prevén amnistías en ninguna circunstancia para los crímenes de grave trascendencia, en especial los que son de competencia complementaria de la Corte Penal Internacional».

La ministra aprovechó el foro para agradecer a aquellos países que más han ayudado a Colombia en este proceso, por este orden: Cuba, Noruega, Chile, Venezuela, y especialmente los países latinoamericanos.

Asimismo, agradeció al Consejo de Seguridad de la ONU que aprobase con unanimidad una resolución para enviar a Colombia una misión política especial que controle el alto el fuego definitivo y el abandono de las armas.