Este martes, los miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), incluido su líder máximo, Rodrigo Londoño alias ‘Timochenko’ , acordaban con negociadores del gobierno los detalles de la firma oficial del nuevo pacto que sellaron hace 10 días tras incluir propuestas de sectores opositores.
Mientras, el presidente Juan Manuel Santos presidió una reunión de alto nivel, con miembros de su gobierno y organismos de derechos humanos, para evaluar la situación de seguridad y aseguró que no va «a permitir que los violentos pongan en riesgo los avances y esperanzas de la paz».
También pidió «acelerar» la aplicación del pacto de paz especialmente en zonas donde, según la guerrilla, solo en los últimos 3 días han sido asesinados 3 líderes comunales y otros dos han sufrido atentados.
Las FARC y el gobierno sostienen un cese al fuego bilateral desde fines de agosto, que decidieron mantener a pesar del revés en el plebiscito del 2 de octubre, con el que fue rechazada la primera versión del acuerdo de paz.
La semana pasada murieron 2 miembros de las FARC en presuntos combates con el Ejército, en el primer incidente notificado en el marco del cese al fuego. Un hecho que, según la partes, muestra la «fragilidad» de la tregua.
El gobierno tiene planeado presentar el miércoles en el Parlamento el nuevo texto, para explicar a los congresistas las modificaciones que se le hicieron al pacto original al incluir peticiones de sectores que votaron por el «No» en el plebiscito.
De su lado, las FARC prácticamente descartaron este martes la reunión con el expresidente Álvaro Uribe, a quien señalan de querer «dilatar» la paz.